Ya es sabida la vinculación de Richard Mille con el deporte automovilístico, del cual se inspira en la utilización de los materiales más avanzados para sus relojes. Pero más allá de una inspiración en el diseño de sus piezas, existe una auténtica pasión de Richard por los automóviles, especialmente los de competición. En más de una ocasión me ha confesado que su verdadera afición no son los relojes sino los automóviles, algo que no debe escandalizarnos ya que no condiciona la originalidad y calidad de sus creaciones relojeras.
La Le Mans Classic es una carrera de resistencia de 24 horas que se celebra en el mismo circuito, la versión larga de 134 kilómetros, en el que compiten los actuales sport prototipo en la célebres 24 horas de Le Mans. La única diferencia es que en la Classics participan los automóviles que en ella competieron entre 1923 y 1979. Desde su primera edición en el 2002, Richard Mille ha estado presente como patrocinador de esta carrera que se celebra cada dos años.
El RM008 LMC es el más complejo de las dos ediciones limitadas de este año, ya que se trata de un regulador tourbillon y cronógrafo con función rattrapante. Su caracterización especial consiste en la utilización de azul y el amarillo, colores típicos de Le Mans, en los contadores del cronógrafo, en el pequeño segundero y en los indicadores de par y de reserva de marcha. El lateral de la corona también utiliza el color azul. EL RM008 LMC es una edición limitada a tan solo 2 unidades.