Los nuevos Richard Mille RM 07-04 Automatic Sport llegan para iniciar una nueva etapa en la exitosa carrera de esta manufactura suiza. Richard Mille fue pionera en diseñar y desarrollar relojes con estética y técnica vanguardista, apartándose de todo lo que existía en Alta Relojería.
Probablemente debido a la peculiar estética de este tipo de reloj, no se suelen clasificar por géneros. Hemos visto algunos relojes vanguardistas con el típico engaste de piedras preciosas, al que se suele recurrir para concederles un cierto carácter femenino, pero su importancia suele ser residual. Con los nuevos RM 07-04 Automatic Sport todo da un vuelco.
Aparte de la referencia RM 07-04, la coletilla «Automatic Sport» ya dice mucho acerca de esta nueva colección. El término «Automatic» nos indica que se trata de relojes con movimientos de carga automática, aunque también suele utilizarse para referirse a relojes sin complicaciones añadidas a las de hora, minutos, segundos y fecha. Solo el tiempo, con futuras evoluciones de los RM 07-04, nos dirá a cual de ambos significados se refiere Richard Mille.
Lo que diferencia a los RM 07-04 de los pocos relojes que ha realizado Richard Mille dedicados a un público femenino es su carácter totalmente deportivo, prescindiendo de cualquiera de los materiales o decoraciones que normalmente asociamos con el lujo. En ellos, el carácter técnico e informal predomina ante cualquier otra consideración.
El diseño externo es el que todos asociamos con un reloj Richard Mille. Su caja mantiene la geometría tipo tonel que caracteriza a la mayoría de relojes de esta firma y adquiere el diseño más industrial de todas sus variantes. Las dimensiones son de 30.5 mm de diámetro en el eje horizontal por 10,35 mm de grosor. La distancia entre asas (eje vertical) es de 44,95 mm. Por tanto, a pesar de que los relojes «de forma» siempre dan una mayor sensación de tamaño que los redondos, el RM 07-04 se decanta por unas dimensiones más reducidas, que no pequeñas, que sus homónimos masculinos o unisex.
El segundo factor diferencial de estos RM 07-04 con respecto a cualquier otro reloj femenino creado por Richard Mille son los materiales con los que se elaboran sus cajas. Se trata de compuestos que enfatizan al extremo el carácter industrial, de instrumento y deportivo de los RM 07-04. Cinco de las seis versiones iniciales de esta colección están fabricadas con Cuarzo TPT, mientras que la sexta recurre al Carbon TPT.
Las fibras de Cuarzo TPT se caracterizan por su resistencia a las altas temperaturas, y a las corrientes electromagnéticas. Para su producción, las fibras se alinean en capas de un máximo de 45 micras de grosor y a continuación se saturan con resinas. Posteriormente se calientan a 120°C y se someten a una presión de 6 bares para finalmente mecanizarse en una máquina CNC. Las fibras de Carbon TPT se fabrican mediante un proceso idéntico, pero basado en hebras de carbono.
La otra gran característica de estos compuestos es su extraordinaria relación entre dureza y peso. Gracias a ello, los Richard Mille RM 07-04 Automatic Sport consiguen limitar su peso total a 36 gramos, una cifra absolutamente irrisoria que beneficia su uso en cualquier actividad deportiva.
Otra característica de al caja de los Richard Mille RM 07-04 Automatic Sport son los 20 tornillos spline de titanio que ensamblan las partes de la caja. Doce de sus cabezas son visibles en la cara frontal de la caja y ocho desde su fondo. Externamente, lo más notorio de las cajas de los RM 07-04 es la alegre palestra de colores de sus cajas y sus correas. Puede que esta informalidad extrema escandalice a algunas personas, pero en este caso es coherente. Primero porque se trata de relojes destinados a las mujeres, que tiene la suerte de que casi nada de lo que lucen resulte inadecuado. Segundo porque son relojes deportivos, que evidentemente no están pensados para lucir en ocasiones de protocolo formal.
Ya hemos visto la multitud de características que definen el carácter de este Richard Mille RM 07-04 Automatic Sport, pero la más trascendental, la que le confiere su nivel de novedad de primer grado, es su mecanismo, desarrollado desde cero para esta colección, Se trata del calibre CRMA8, que junto con el resto de elementos que componen este reloj requirió 3 años de desarrollo.
Por las imágenes ya henos apreciado que este es un reloj esqueleto y que por tanto su movimiento también lo es. Tanto a través de las esfera como observándolo por el fondo de la caja, podemos ver que la práctica totalidad de los elementos que lo componen son visibles. Presume de una resistencia los golpes de hasta 5.000 G, su volante oscila a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y permite una reserva de marcha de 50 horas.
Un último factor atípico de este reloj y de su movimiento es que las funciones de cargar su barrilete y de ajustar las agujas no se realizan de forma convencional. En lugar de recurrir a las habituales posiciones de extracción de la corona para realizar una u otra operación, Richard Mille implementa un selector en forma de pulsador que se ubica en la carrura de la caja, entre las 4 y las 5 horas. En la esfera, un indicador por aguja ubicado a a altura. de las 6 horas nos indica si está seleccionado el modo H (ajuste del tiempo), N (posición neutra) y W (dar cuerda).
