Pocas han sido las novedades que Richard Mille nos ha presentado este SIHH, pero por suerte, una de ellas merece ser elogiada: el RM 19-02 Tourbillon Fleur, una espectacular pieza centrada en el bello trabajo conjunto de diseño y micro-mecánica de los cinco pétalos de una magnolia que se cierran y abren, cada cinco minutos, sobre el tourbillon volante ubicado a las 7 horas.
La flor fabricada y pintada a mano, así como el tourbillon y sus «estambres» engastados con siete rubíes, no solo se abren totalmente, sino que además se elevan 1 mm en un movimiento que imita el natural acto de eclosión que realiza una flor para optimizar sus posibilidades de polinización. Si no podemos esperar esos 300 segundos, un pulsador ubicado a las 9 horas en la carrura izquierda nos permite activarlo a voluntad. Este complejo mecanismo, ensamblado en el corazón de un movimiento tourbillon de titanio grado 5, combina 5 palancas que rodean las caras de los pétalos, así como un segundo sistema que emplea un largo piñón para levantar el tourbillon volante dentro de la circunferencia de la flor. Este complejo dispositivo se alimenta independientemente del reloj a través de un segundo barrilete dedicado exclusivamente a esta complicación.
La indicación descentrada y engastada de horas y minutos se limita a ejercer el papel de discreta acompañante, aunque no está exenta de poderío visual gracias al pavé de diamantes en su circunferencia central y al engaste de diamantes en las posiciones horarias. Como claro ejemplo de sumisión, el dial está «recortado» entre las 7 y 8 horas para no entorpecer el espectáculo de la magnolia autómata.
Por su parte, la platina esqueletada de titanio PVD negro luce un grabado en oro con motivos florales pintados de la mano del artista Olivier Vaucher, ofreciendo así el marco perfecto que enlaza y realza los dos focos principales: el tourbillon y su mecanismo en flor, y la subesfera horaria.
La caja tonneau de 45,40 x 38,30 mm está completamente engastada en diamantes, acogiendo en su interior el calibre RM 19-02, un movimiento tourbillon de remonte manual que ofrece 36 horas de reserva de marcha, cuya platina y puentes fabricados en titanio grado 5 con acabado PVD negro son visibles desde la trasera de zafiro. El trabajo de biselado y pulido de los puentes se ha llevado a cabo posteriormente a la deposición del acabado PVD, con la dificultad y peligro que entraña esta operación a posteriori, sin posibilidad de enmienda en caso de error.
Entregándose con una correa de aligator negra, esta edición limitada a 30 unidades tendrá un precio de 925.000 Francos Suizos. Independientemente de su precio, es uno de los más bellos guardatiempos femeninos que he podido ver en este SIHH, sino el mejor.