En la presentación de Richard Mille que tuvo lugar en Ginebra el pasado mes de enero, el modelo que más llamó mi atención, aparte del RM056 y su caja de zafiro, ha sido el RM053 Pablo Mac Donough.
Este reloj ha sido diseñado para salvaguardar al movimiento de los golpes que se producen en las competiciones de polo, uno de los deportes más exigentes para un calibre tourbillon. Aceleraciones y deceleraciones bruscas, choques entre caballos y jinetes, golpes de mazo, exigencias físicas que van mucho más allá de los estándares que normalmente se encuentran en otros deportes.
La forma de la caja siguen siendo la típica «tonneau» de la marca, realizada en titanio grado 5, con unas medidas de 50’00 mm de alto, 42’70 mm de ancho y un grosor de 20’00 mm. El titanio presenta un color gris totalmente uniforme, gracias a su acabado granallado.
La gran particularidad de este modelo reside en la coraza que encontramos en lugar del cristal de zafiro que acostumbra a proteger el dial. Esta armadura realizada en carburo de titanio, presenta una doble protuberancia con dos ventanas de lectura inclinadas 30º, justo en la base de la caja. Esta particular concepción consigue garantizar una perfecta protección a la vez que ofrecer una lectura horaria rápida y eficaz, haciendo incluso innecesario el giro de la muñeca para orientar la visión del dial.
En la ventana situada a la izquierda encontramos la indicación de los segundos, justo encima de la caja del tourbillón. El diseño de dicho tourbillón es totalmente nuevo, extremadamente compacto, utilizando una pletina esqueletizada. Una
escala graduada con 60 índices y numerada cada 5 segundos, en color amarillo, recorre el perímetro vertical de dicha ventana. La aguja segundera destaca por el contraste de su color rojo. En la ventana derecha implementa la hora y los minutos. En el perímetro vertical de este subdial, podemos leer el nombre del modelo a las 9 horas, el del fabricante a las 12 horas, y las palabras «polo team» a las 3 horas, en colores rojo, blanco y de nuevo rojo respectivamente. En cambio, no presenta ninguna escala que nos ayude a definir el minuto en que se encuentra la aguja correspondiente, debiéndolo deducir por aproximación visual. Entonces, ¿de qué nos sirve saber exactamente el segundo en que nos encontramos si no sabemos exactamente a qué minuto horario pertenece?.
En la parte superior del bisel destacan los 12 tornillos spline tan característicos de Richard Mille. Los dos pares situados sobre las 12 horas y bajo las 6 horas, tienen como función fijar la correa a la caja.
No podemos hablar sobre su hermeticidad, ya que en ninguno de los documentos facilitados por Richard Mille aparece este dato.
Gracias al fondo de zafiro, podemos observar la compacta arquitectura esqueletizada del calibre RM053, de remonte manual. La peculiar inclinación del movimiento determina su diseño y disposición, con un mayor peso en la parte inferior. Con una reserva de marcha de 48 horas, su frecuencia es de 21.600 alternancias por hora (3 Hz).
El RM053, por sus evidentes particularidades estéticas, es una pieza fuera de lo común incluso dentro de los atrevidos diseños de Richard Mille, caracterizados por presentar unos diales profusamente recargados y con ciertas dificultades de lectura. Estos síntomas también los encontramos en este modelo, e incluso aumentados debido al pequeño tamaño de los subdiales y a la falta de una escala graduada horaria.
Aún así, su estética no me desagrada en absoluto. Siempre he sido un admirador de aquellos guardatiempos que intentan orientar dicha lectura a través de una disposición diferente de algunos de sus elementos, y el RM053 encaja en esta categoría.
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