Según os avanzábamos en el artículo que desde Ginebra le dedicábamos a esta manufactura ginebrina, en este 2014 la Colección Hommage toma el relevo del protagonismo ostentado por la Excalibur durante el pasado 2013. Este protagonismo no debe ser entendido únicamente a nivel de una simple renovación de los modelos que integran la colección sino como un homenaje en toda regla al padre fundador de la manufactura que, adicionalmente y para este caso en particular, fue el responsable del completo diseño de la Colección Hommage en 1995, mismo año que Roger Dubuis iniciaba su andadura por el mundo de la Alta Relojería.
Aunque personalmente opino que de todos los modelos presentados el que tiene mayor valor simbólico en este sentido es el Flying Tourbillon Tribute to Mr. Roger Dubuis, iniciaremos la serie de artículos dedicados a todas y cada una de las nuevas piezas de manera independiente por el que supone la mayor complicación mecánica y que coincide con la implementada en otras colecciones de la marca: el Hommage Double Flying Tourbillon.
Presentado en una caja, contundente en lo que a diámetro se refiere y como es habitual en Roger Dubuis, de 45 mm y manufactura en oro rosa o en oro blanco, el Hommage Double Flying Tourbillon saldrá al mercado en cuatro versiones distintas, dos de ellas en Edición Limitada a Boutique. De las cuatro referencias comentadas, tres de ellas albergarán en su interior el calibre de remonte manual de la manufactura RD100, dotado de un doble tourbillon volante con un mecanismo diferencial que transmite el resultado medio de ambos al tren de engranajes y que permite la indicación de horas y minutos en el dial del guardatiempos. La frecuencia de oscilación de cada uno de los dos volantes es de 3 Hz y la reserva de marcha disponible de 50 horas.
Anverso y reverso del Calibre RD100
Es precisamente en el movimiento de este Hommage Double Flying Tourbillon donde reposa probablemente la mayor novedad ya que la propia platina del calibre es la que coge las riendas del protagonismo en la esfera del guardatiempos para, con un decorado «guilloché» a mano, erigirse como verdadero rival en cuanto a importancia con la fabulosa visión del doble tourbillon volante a las 6.
Al respecto del «guilloché» aplicado en este caso directamente sobre la platina principal de este movimiento RD100, rodiado y sobre la historia de esta técnica de decoración, definida como «decorar un objeto con líneas grabadas, impresas y entrecruzadas», nacida en el siglo XVI y empezada a utilizar a finales del XVIII (1786) en las esferas y cajas de los relojes, comentar que las líneas que componen los motivos decorativos suelen tener una profundidad inferior a una décima de milímetro (generalmente entre 0,05 y 0,10 mm), lo cual requiere de una extraordinaria precisión en el pulso del artesano a la vez que garantiza la práctica imposibilidad de que existan dos piezas exactamente iguales.
A pesar de la delicadeza implícita de este decorado en su aplicación convencional, el implementado por Roger Dubuis en la platina de este guardatiempos presenta una complicación adicional. El «guilloché» que puede ser considerado como tradicional implica un «crémage» o «batido» con polvos de talco húmedo con el único fin de crear un acabado pulverizado en lugar de pulido y evitar, de este modo, que sean visibles los microarañazos provocados por el artesano durante la realización de su trabajo.
Roger Dubuis ha eliminado este «crémage» de su proceso de «guilloché» confiriéndole un carácter único dado su poco habitual acabado como si se tratara de un pulido a espejo además, obviamente, de la complejidad que supone el evitar los mentados microarañazos durante el proceso. A esta característica distintiva se le añade la correspondiente a que las hendiduras practicadas en el material son más profundas de lo habitual ya que para su realización se realizan cuatro pasadas con el buril en lugar de las una o dos convencionales.
Regresando al inicio del artículo y hablando de las tres piezas que albergan el RD100, la primera de ellas presenta una caja de oro blanco, a la vez que toma como material de base la antracita para los numerales romanos aplicados directamente sobre la platina, agujas de horas y minutos, así como para el anillo perimetral que alberga los índices del tipo bastón de la escala de los minutos, aplicados en oro blanco en las posiciones horarias. Las dos referencias restantes responden a una caja de oro rosa con un acabado pulido: la primera de ellas varía únicamente respecto a la ya comentada en el material utilizado en los numerales romanos, en las agujas y en los índices minuteros aplicados. Oro rosa en todos los casos, con acabado satinado para los primeros. La segunda referencia es la primera de las Ediciones Limitadas Boutique, a 28 piezas en este caso, y presenta un engastado de 254 diamantes talla baguette en bisel y asas de la caja más 16 talla brillante en la hebilla.
El último de los guardatiempos que completa la serie de los nuevos Hommage Double Flying Tourbillon es el que responde a la segunda Edición Limitada de Boutique, esta vez a 88 piezas, y que se distingue de los tres anteriores por albergar el calibre RD102 en lugar del RD100 y cuya diferencia radica en el material de fabricación que sustituye el material rodiado por el oro rosa. A nivel de decoración, este modelo extiende el «guilloché» del dial a la trasera en sustitución de las Côtes de Genève del RD100. En el dial, se mantienen los índices aplicados de la escala minutera y las agujas de horas y minutos en oro rosa en tanto que los números romanos se aplican en antracita.
