Roger Dubuis Excalibur Spider Skeleton Double Flying Tourbillon
Analizamos a fondo el Excalibur Spider Skeleton Double Flying Tourbillon, la novedad más importante de Roger Dubuis en el SIHH 2015.
Sin lugar a dudas el gran protagonista de entre todas las novedades presentadas por la manufactura ginebrina durante la recientemente finalizada vigésimo quinta edición del SIHH. Y aunque los nuevos llegados al catálogo de Roger Dubuis para este 2015 no fueron muy numerosos, no era tarea fácil destacar entre ellos dada la importancia que cada uno de ellos implicaba en el seno de la marca.
Acostumbrados a que el número de piezas que suelen ver la luz año tras año sea considerablemente más elevado, personalmente considero todo un acierto la estrategia que Roger Dubuis ha desarrollado este año limitando a tres las novedades pero respondiendo a nuevos valores y proyectos de peso. Si bien es cierto que el esqueletizado y materiales utilizados en las cajas de los nuevos Skeleton Spider supone una importante aportación al catálogo de la marca, no lo es menos el hecho de presentar el que representa su primer movimiento esqueletizado automático con micro-rotor del Skeleton Automatic o el nuevo sistema de engaste de diamantes en un bisel de goma de Roger Dubuis ha desarrollado para este modelo.
Como os comentaba en el artículo que dedicábamos a la manufactura durante los días en el que se desarrollaba el SIHH, las principales novedades que alberga este guardatiempos radican principalmente en la estructura esqueletizada de la caja y en los materiales utilizados para su confección.
Únicamente con estos dos aspectos, sumados a una pequeña modificación en el perímetro que rodea a los dos tourbillones volantes, Roger Dubuis consigue un cambio radical aportando a la Colección Excalibur un carácter deportivo inédito y más propio de los Pulsion. Personalmente debo decir que me sorprendió gratamente este cambio de aspecto que aumenta de manera más que considerable la polivalencia y versatilidad de este reloj.
Leyendo los párrafos anteriores parece que, al contrario de lo que dictan los estándares en este tipo de artículos, he iniciado el texto por lo que debería haber sido su parte final, las conclusiones. Vamos pues a retomar el hilo lógico y empecemos ha hablar del continente de esta pieza.
LA CAJA
Aunque visualmente aligerada por su estructura y por los materiales utilizados en su confección, la caja de este modelo sigue siendo de unos contundentes 47 mm de diámetro por unos más contenidos 14,95 mm de altura, dimensiones a las que la configuración de doble tourbillon volante nos tiene acostumbrados y que se minoran en los modelos que implementan los movimientos con un solo tourbillon.
Manteniendo los códigos de diseño de los Excalibur, este Spider extiende el esqueletizado propio de los calibres de los primeros a la estructura de la caja. Titanio y aluminio son los materiales empleados en la construcción, ambos idóneos por dos motivos principales: su apariencia en cualquiera de sus acabados proporciona al reloj el aspecto deportivo buscado por la manufactura en estos nuevos Excalibur y, segundo y probablemente más importante, aportan una impagable comodidad en el uso del reloj dada la ligereza que presentan frente al acero o los materiales nobles.
El bisel fabricado en titanio presenta las habituales hendiduras en forma de triángulo de la colección a la vez que en pos de la comentada deportividad se incorporan numerales arábigos en las posiciones múltiplos de diez minutos, grabados y con tratamiento DLC en color negro aplicado. Este tratamiento en color negro como acabado del titanio de base se repite en la estructura que actúa como soporte del movimiento y que en un solo bloque se moldea para generar el protector de corona a las tres y, en su prolongación, genera las cuatro asas a las que se fijará la correa de caucho.
Por debajo de esta estructura, en un plano más interno, más cercano al corazón del reloj, se monta la carrura en aluminio de color rojo. La corona toma el titanio para su construcción, con tratamiento DLC negro y el logo de la marca grabado en el cabujón plano, en tanto que su contorno es del mismo aluminio rojo que la carrura con una superficie grabada que facilita su manipulación.
EL DIAL
… o lo que queda de él, en el buen sentido de la palabra. Como debe ser condición innegociable en todo reloj con un calibre esqueletizado, la esfera debe ceder sin pero alguno su protagonismo a la visión del movimiento. No obstante y partiendo de esta sola premisa se puede caer en el grave error, en mi opinión, de descuidar el más importante de los aspectos indisolubles del concepto de reloj: su legibilidad.
Excelente Roger Dubuis, consigue que esta se mantenga intacta debido a los distintos puntos de referencia que encontramos ubicados en distintas zonas del reloj. De manera adicional a los numerales arábigos grabados en el bisel y que identifican los intervalos de diez minutos, en el perímetro del dial se incorpora un realce de estructura esqueletizada y fabricado en el mismo aluminio rojo que carrura y corona, con una escala de minutos formada por índices de tipo bastón transferidos en negro, sistema y color que se repite a las doce para incorporar el emblema de la manufactura.
La tercera referencia visual para la correcta lectura de horas y minutos reside en los propios tornillos de titanio que sirven como sujeción del realce perimetral a la caja. Situados estratégicamente en las posiciones horarias sus cabezas incorporan tratamiento con Super-LumiNova, inédito en los Excalibur, y que aporta la consabida mejora de la legibilidad en condiciones de escasa iluminación.
Por lo que respecta a las agujas de horas y minutos, presentan también novedades respecto de las estándares de la serie. En tanto que el cuerpo principal de ambas, fabricado en oro con tratamiento DLC en color negro, mantiene forma y estructura, en sus extremos se ha añadido una punta en forma de pica asimétrica cuyo perímetro se enmarca en color rojo y la zona interna repite la Super-LumiNova de los tornillos.
Por último, el perímetro que bordea al doble tourbillon refuerza el carácter deportivo del reloj al reproducir de algún modo lo que respondería a una estructura de velocímetro, a la vez que incorpora una escala de índices transferida en blanco sobre la que pueden apoyarse las dos agujas que acompañan a cada uno de los tourbillones en su giro a modo de pequeño segundero.
EL CALIBRE
El movimiento albergado en el interior de este Excalibur Spider Skeleton Double Flying Tourbillon es un viejo conocido de los aficionados a la marca y que ya latía como corazón del Doble Tourbillon Skeleton presentado en 2013. El calibre RD01SQ de remonte manual presenta, como principal y más relevante de sus excelencias, un doble tourbillon volante de un minuto cada uno con diferencial, es decir, la regulación entregada al tren de engranajes es la resultante de la media ofrecida por los dos tourbillones. Con un diámetro de 16 3/4 líneas y un espectacular grosor de tan solo 7,67 mm, la reserva de marcha es de unas más que apreciables 50 horas y la frecuencia de oscilación de ambos volantes igual a 3 Hz.
Poco a comentar sobre la famosa estructura en forma de estrellas que presenta la platina de base, reducida a la mínima expresión, con un acabado rodiado en gris antracita y decoración perlada. Obviamente, las jaulas del tourbillones reproducen la habitual cruz celta característica de Roger Dubuis.
También como en el caso del Doble Tourbillon Skeleton de hace dos años, este modelo de la Colección Excalibur se producirá en Edición Limitada a 188 piezas. Como una muestra más de la intención de Roger Dubuis de dotar de un plus de polivalencia al nuevo Spider, la manufactura ofrecerá la opción de montar distintas correas, todas ellas de caucho y con cierre ajustable de titanio con tratamiento DLC negro, variando el color de las mismas. Negro, azul, rojo y gris serán los colores que, inicialmente, estarán disponibles.
CONCLUSIONES
Aunque basta con la lectura de las líneas anteriores para deducir que, en mi opinión personal, el Excalibur Skeleton Spider Double Flying Tourbillon responde al modelo de esta colección que sin duda alguna más se amolda a mis gustos personales, haremos un pequeño resumen de los habituales pros y contras que solemos tratar en este último apartado.
Diseño más versátil que imprime una mayor polivalencia que la habitual de los Excalibur, manteniendo la excelente mecánica que aporta la estructura del doble tourbillon volante y con la comodidad añadida que supone el uso de materiales ligeros como el titanio y el aluminio en la construcción de la caja. Todo ello complementado con el estricto cumplimiento de los estándares impuestos por el Poinçon de Genève. Si bien es cierto que el resumen de los pros se limita a cinco líneas, no lo es menos que todas y cada una de las palabras que las componen tienen una importancia mayúscula.
Probablemente el diámetro de la caja sea el punto menos favorable de cuantas características presenta este nuevo modelo. A pesar de la ligereza de los materiales utilizados en la fabricación, 47 mm siguen siendo un tamaño importante no apto para todas las muñecas. No obstante, este es un parámetro que comparte valoraciones subjetivas y objetivas a partes iguales.
En parte objetivas dado que estos 47 mm se apartan claramente de los 44, máximo 45, que suelen aplicarse a los diámetros de las cajas de los relojes considerados como grandes. Subjetivas porque, obviamente, habrá muñecas adecuadas a vestir ese tamaño de caja y en las cuales el guardatiempos lucirá de una manera espectacular.
Por último – importante no entender este punto como peyorativo sino como una consecuencia directa del tipo de producto del que estamos hablando – el contra que supone el denominador común para la gran mayoría de los mortales en este tipo de piezas: el precio de adquisición, con la complicación añadida en este caso de tratarse de una edición limitada.