El Cosmograph Daytona celebra este año su 60º aniversario (en este artículo podéis leer su historia), una efeméride importante para este icónico cronógrafo que ha merecido el homenaje de Rolex con la espectacular referencia conmemorativa en platino con esfera azul glaciar y fondo abierto que os descubrimos hace escasas semanas. Pero como os avanzamos, la firma de la corona no se ha quedado aquí, sino que ha presentado la nueva generación del Daytona, implementando cambios que afectan tanto a la caja como a la esfera y al movimiento. A pesar de ello, esta evolución no resulta tan evidente a simple vista como mis palabras dejan entrever, ya que es una suma de pequeños cambios que mantienen casi intacto su diseño. Vamos a desgranar cada uno de ellos tomando como ejemplo una de sus versiones más clásicas: la referencia 126500LN en caja de acero y esfera blanca.
Gran parte de la popularidad y el éxito de Rolex proviene de la consistencia a largo plazo de sus colecciones, su implacable política de mercadotecnia y el férreo autocontrol a la hora de actualizar sus referencias. Por ello, no ha sido ninguna sorpresa que el nuevo Rolex Daytona 2023 se base en pequeñas modificaciones y pocas de importantes, si es que realmente hay alguna que merezca esta consideración. La frase clave en el equipo de desarrollo de productos de Rolex sigue siendo «evolución, no revolución».
Caja
El nuevo Daytona referencia 126500LN sustituye a la 116500LN que debutó en 2016. Un aspecto que muchos desconocen es que en la versión con caja de acero, incluido el Daytona de «dos tonos» con caja de acero y bisel dorado, la caja era en realidad asimétrica. ¿Cómo es eso? Las asas del hemisferio izquierdo fueron diseñadas para ser ligeramente más anchas que las de la derecha para compensar el peso visual de los pulsadores del cronógrafo, la corona y los protectores de la corona en el lado derecho de la caja. Es algo que una vez has visto ya nunca dejarás de verlo, pero probablemente no te hayas dado cuenta hasta que alguien te lo ha señalado. Las asas puntiagudas y asimétricas se han mantenido hasta ahora en los Daytona de caja de acero y bitonales, así como en el Daytona con caja y brazalete de oro amarillo. Las asas simétricas, más anchas y planas, se incorporaron por primera vez en 1993 en el Daytona de oro amarillo equipado con correa de cuero, manteniéndose en las referencias de platino y oro. Con ello, lucían un mayor peso visual y presencia. A partir de ahora, todos los Rolex Daytona, incluyendo los modelos de acero y bicolor, tienen esas mismas asas planas y simétricas.
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Agregaremos a esto otro input: los Daytona en metales preciosos tenían perfiles de caja más anchos respecto a los modelos en acero, donde el borde del bisel «volaba» sobre el perfil de la caja Una vez más, a partir de la actualización 2023 todos los Daytona tendrán ese mismo diseño de caja más ancho, sea cual sea el material.
Otra visible actualización que afecta a todos los Daytona con Cerachrom es el nuevo y fino marco de metal pulido que, formando parte de la caja, envuelve el bisel (los Daytona de oro seguirán teniendo un bisel de oro de una sola pieza). A pesar que su estética nos recuerda el simple anillo cerámico que corona el bisel, por ejemplo, del GMT-Master II, Rolex nos ha confirmado que sigue siendo una pieza monobloque de Cerachrom. Aunque según la firma tiene una función la función puramente decorativa, también es cierto que le confiere a la frágil cerámica una mayor protección frente a posibles golpes.
Rolex menciona que este diseño es un tributo a los relojes antiguos con inserciones de baquelita, algo que realmente no extraña si tenemos en cuenta que la marca rara vez mira hacia el pasado o admite tener referencias históricas. La superficie muestra la misma escala taquimétrica grabada con índices y numerales recubiertos con una fina capa de platino transferido por PVD.
El Rolex Daytona 2023 no sólo se siente más grande, sino que realmente es más ancho que su predecesor. Rolex, por alguna razón, prefiere simplificar demasiado las cosas y continúa llamando al Daytona un reloj de 40 mm. Entre las 8 y las 2 en punto, el diámetro del descontinuado 116500LN es de solo 38,88 mm (evidentemente sin contar pulsadores, protectores ni corona), mientras que el nuevo 126500LN es exactamente 1 mm más ancho: 39,88 mm. Curiosamente, la abertura de la esfera mantiene el mismo tamaño, lo que también juega un papel importante en la percepción final del tamaño. Y ya que estamos en el tema dimensional, vale la pena señalar que el grosor ahora es de 11,9 mm, aproximadamente 0,5 mm menos que la generación anterior.
Otro cambio a destacar es que ya no encontramos los puntiagudos protectores de corona que complementaban la geometría de las asas en el modelo anterior ya no están. En su lugar tenemos uno protectores más pronunciados con una mayora área plana, que nuevamente combina con el nuevo diseño de las asas.
Mientras que en la versión ahora descontinuada el bisel sobrepasaba el borde de la caja, en la nueva versión las asas más anchas y los protectores de corona más grandes tienen suficiente volumen como para sobresalir por debajo del bisel.
Esfera
Los cambios en la esfera se limitan a las manecillas, índices y a las subesferas. Ambos se han reducido en tamaño para brindar un aspecto más moderno y elegante sin comprometer la legibilidad y el contraste. Los índices horarios son ahora más angulares, largos y delgados, una geometría que mostraba el Daytona de 1988. Además cuentan con un marco metálico más delgado que ofrece más espacio para el Chromalight de luminiscencia azul.
Las manecillas, que siguen siendo de oro blanco combinando una banda lacada en negro y una inserción luminiscente central, también son ligeramente más delgadas para mantener la coherencia con el resto de la esfera.
Las tres subesferas presentan anillos perimetrales considerablemente más delgados, lo que provoca que los números arábigos de las respectivas escalas los «llenen» por completo. Aunque las subesferas parecen haber crecido hacia afuera en tamaño, la realidad es que mantienen su diámetro anterior: Rolex ha recortado su borde interior algunas décimas de milímetro. En cambio, los dos totalizadores a las 3 y 9 horas mantienen su disposición ligeramente por encima del horizonte imaginario que trazan dichos índices horarios, además del texto rojo Daytona en arco sobre el pequeño segundero ubicado a las 6 horas. Bajo la corona a las doce, cinco líneas de texto incluyen en nombre de la marca, el resto del nombre del modelo y la dedicada a su certificado como superlative chronometer.
Por el momento, el Daytona de acero sigue estando disponible con las dos mismas opciones de esfera, es decir, una esfera negra con anillos en plateado y una esfera lacada en blanco con los anillos de los totalizadores en negro, la versión más cotizada.
Calibre 4131
Tal como cabía esperar, bajo el índice de las 6 horas se ubica una pequeña corona que nos indica la presencia en su interior de un movimiento de nueva generación en el interior. El calibre 4131 es la primera evolución del 4130, el aclamado cronógrafo automático que Rolex lanzó en 2000, aunque a lo largo de estos años se han implementado algunas actualizaciones menores que no han sido siquiera comunicadas. El nuevo calibre Rolex 4131 permanece oculto bajo un fondo ciego excepto, tal como os comentábamos en el correspondiente artículo dedicado, en el Daytona de platino.
El sistema de cuerda automática Perpetual del 4131 mejor su sistema de rodamiento al duplicar su número, lo que le proporciona una mayor durabilidad y una suavidad impresionante. De hecho, el Daytona equipado con 4130 se encuentra entre los cronógrafos más silenciosos que existen, y es prácticamente imposible escuchar el movimiento del rotor, incluso cuando lo provoca una fuerte sacudida del reloj.
También implementa el amortiguador Paraflex, una mejora potencial del amortiguador KIF del 4130. Oculto en las entrañas del movimiento se dispone del más eficiente escape Chronergy. A pesar de ello, la firma no anuncia ninguna mejora en el rendimiento de este nuevo calibre. La reserva de marcha todavía mantiene las «aproximadamente 72 horas», mientras que su cronometría establece la misma y extremadamente estricta tolerancia que se aplica a todos los relojes Rolex que se producen actualmente: -2/+2 segundos por día. Dicho esto, la mayor eficiencia del escape Chronergy podría ayudar al Daytona a que el cronógrafo mantenga una mayor precisión y que la reserva de marcha se vea menos afectada si el cronógrafo está activado durante mucho tiempo.
Los cambios restantes se centran (por fina) en la estética, un aspecto siempre criticado. Ahora incorpora las franjas Côtes de Genève de Rolex, lo que supone una mejora considerable respecto al acabado curvo cepillado del 4130. Rolex ha hecho suyo esta decoración tradicional añadiendo una ranura pulida entre las franja. Por último, las joyas ahora tienen un chatón dorado, y el rotor se abre un poco más para revelar más porcentaje del movimiento y luce la corona Rolex y el texto Chronometer Perpetual.
Personalmente, muchas de las contenidas actualizaciones o modificaciones externas de la caja del Daytona, y especialmente en sus versiones en acero me parecen difíciles de justificar si se pretendía una mejora del producto, y representan más un paso hacia atrás que hacia adelante. El diseño asimétrico, la elegante geometría de las asas, el perfil de la caja, el bisel de cerámica monobloque y sin marco, las proporciones generales perfectas del Daytona de acero… se han alterado sin ninguna ventaja práctica, y únicamente destacaría su (ligerísima) mejora en el grosor. La esfera me resulta más legible, moderna y elegante, aunque me hubiera gustado ver reducidas las cinco líneas de texto en aras de un look mucho más nítido. Lástima, una oportunidad perdida. Del mismo modo (soñar es gratis), espero llegar a ver algún día el Daytona sin pulsadores roscados. Donde sí estaremos de acuerdo es en la mejora de su calibre, aunque tampoco es que sea un cambio revolucionario (como casi nunca en Rolex). El Rolex Daytona en acero ref. 126500LN tiene un precio de 15.100 €.