El mercado de relojes de segunda mano está creciendo rápidamente, convirtiéndose en un segmento de la industria que las marcas ya no pueden pasar por alto. Según la consultora Deloitte su valor actual supone unos 20.000 millones de CHF, y con un potencial de crecimiento enorme, ya que podría tener un valor de 35.000 millones de CHF para 2030. Semejante volumen de negocio no pasa desapercibido para las marcas, y uno de sus principales actores, Rolex, acaba de lanzar su programa con la idea de controlar el mercado, además de disminuir el efecto de los especuladores y del mercado gris, ofrecer seguridad a los compradores y de paso hacerse con una tajada de este inmenso pastel: os presentamos el Rolex Certified Pre-Owned (CPO).
Con el CPO, Rolex ofrece a los clientes la oportunidad de comprar en sus minoristas oficiales relojes usados cuya autenticidad ha sido certificada y garantizada por la marca. Los relojes Rolex de segunda mano certificados estarán disponibles inicialmente en las boutiques de Bucherer en seis países (Suiza, Austria, Alemania, Francia, Dinamarca y el Reino Unido) a partir de principios de diciembre de 2022. El resto de los distribuidores oficiales de la firma podrán unirse a este programa a partir de la primavera de 2023.
Hemos visto cómo los precios de los Rolex de segunda mano y del mercado gris se han disparado, del mismo modo que los escaparates y vitrinas oficiales de Rolex se encuentran huérfanos de las referencias más demandadas (y también las no tan buscadas), una escasez que afecta especialmente a los modelos masculinos en acero. Miles de posibles clientes de Rolex entran a las boutiques y distribuidores de la firma solo para ser recibidos con una sonrisa y una disculpa por la cruda realidad: no podrán tener el reloj con el que han estado soñando hasta dentro de unos meses o incluso años, y a menudo sin ninguna promesa en cuanto a su futura disponibilidad, y como mucho, algunos tienen la suerte de ser incluidos en las famosas listas de espera (o listas de desespero, para muchos).
Rolex ya está ampliando sus instalaciones de fabricación, e incluso antes de que entren en funcionamiento ya se fabrican anualmente decenas de miles de unidades adicionales gracias a la optimización de la producción. A pesar de ello, el cuello de botella es la mano de obra: ya pueden instalar mil máquinas de última generación en un edificio del tamaño de Ginebra que finalmente dependerá de si hay o no suficiente personal capacitado.
SI tenemos en cuenta todos estos datos, el programa de relojes usados certificados son un paso lógico para llenar los vacíos en el suministro de relojes Rolex. Es un sistema ampliamente probado que se ha utilizado en la industria automotriz, donde los concesionarios autorizados reparan automóviles usados para luego venderlos con un margen de beneficio respaldados por una garantía oficial. El programa de Rolex funciona básicamente de la misma manera.
Según declara la firma,“Estos relojes de segunda mano con autenticidad certificada ofrecen a los clientes una oportunidad tangible e inmediata de convertirse en parte del mundo de Rolex”, todo un caramelo para los inscritos en las interminables listas de espera para los modelos tan solicitados como los Daytona, Submariner, GMT o Explorer II entre otros.
Esto plantea una primera pregunta: los precios. ¿Venderá relojes Rolex de segunda mano certificados oficialmente en sus boutiques a precios inferiores a los del mercado de segunda mano? ¿Variarán los precios según la ubicación y el estado de la pieza? Todavía tenemos que ver cómo funcionará, aunque como normalmente ocurre con todo lo relacionado con Rolex, se espera que sea un proceso lento y gradual.
La siguiente pregunta es cómo Rolex obtendrá estas piezas. Lo que sabemos es que para que un reloj ingrese en este programa, deberá tener al menos tres años. Dicho esto, todavía tenemos que saber si uno podrá entrar en una boutique que sea parte del programa de segunda mano certificado por Rolex y ofrecer vender su reloj en el acto, o incluso darlo como entrada para adquirir otro reloj. Veremos si otras empresas pueden vender mayores cantidades a Rolex, o si los minoristas pueden buscar piezas usadas que se venden en online.
Sabemos que el programa ofrecerá una garantía internacional de dos años, válida a partir de la fecha de reventa. Todos los relojes Rolex de segunda mano certificados vendrán con un sello que simboliza su condición de relojes Rolex de segunda mano certificados. La tarjeta de garantía de usados certificados por Rolex, entregada en el momento de la venta, confirma oficialmente que el reloj es genuino y garantiza su correcto funcionamiento. Esta tarjeta lleva las palabras «Usado Certificado» y es el certificado oficial de autenticidad.
Rolex aún tiene que especificar si sus relojes Rolex usados certificados vendrán completamente reparados o reacondicionados, pero nos aventuraremos y diremos que muy probable será así. La compañía dice que «desea acompañar la segunda vida de sus relojes que ya circulan en el mercado, con miras a preservar, mantener y garantizar lo que ya existe”. Además, “todos los relojes se benefician de los criterios de calidad inherentes a todos los productos Rolex y del pleno conocimiento y profesionalismo de la red mundial de expertos de la marca”.
«Los relojes Rolex, nuevos o de segunda mano, solo deben comprarse en los minoristas oficiales de Rolex». El razonamiento de la empresa para esta afirmación es que sus minoristas están autorizados a vender y cuidar relojes Rolex y que, gracias a sus habilidades y conocimientos técnicos, son los únicos que pueden garantizar el buen funcionamiento de cada reloj a lo largo de los años: “Solo la red oficial de Rolex puede brindar estas garantías”.
Lo que sí podemos asegurar es que el programa de relojes usados certificados de Rolex supone una ventaja inmediata para el cliente al brindar una gran tranquilidad a aquello los compradores potenciales que hasta ahora podían ser reacios a adquirir relojes de segunda mano, teniendo poca fe en un mercado oscuro y relativamente complejo, gracias a la garantía tangible oficial de la autenticidad del reloj, de su origen y de su correcto funcionamiento.