Tal como cabría esperar en la renovación de uno de los relojes más icónicos de la historia de la relojería, la relevancia y protagonismo de los nuevos Submariner (aquí los Date y aquí los No-date) han ensombrecido al resto de las novedades que Rolex ha presentado. Después de los Oyster Perpetual 41, ahora es el turno del reloj más complicado de la firma de la corona, el viajero Sky-Dweller.
Brazalete Oysterflex, esqueleto metálico con piel de caucho.
En este caso no nos enfrentamos a un aumento de tamaño o a nuevos calibres como en los anteriores modelos citados, sino que las seis nuevas versiones lanzadas están equipadas con el brazalete Oysterflex. que ya implementan modelos como el Yacht-Master o el Daytona de 2017. Fabricado en caucho con esqueleto metálico, resulta un componente más complejo de lo que a simple vista aparenta, ofreciéndose como una alternativa deportiva a los brazaletes metálicos sin renunciar a su proverbial robustez y fiabilidad.
Su diseño, flexibilidad y confort son los que podríamos esperar en una correa de caucho, pero su resistencia corresponde a la un brazalete de metal: en su núcleo se encuentra una lámina metálica de una aleación de titanio y níquel, muy flexible, sobremoldeada con un elastómero negro de alto rendimiento, lo que supone que este brazalete no se puede cortar, sino que deberemos elegir entre las 6 medidas disponibles y luego “jugar” con el ajuste fino. El cierre Oysterclasp plegable en oro amarillo o rosa cuenta con el sistema de extensión Glidelock. Gracias a una cremallera integrada bajo la tapa del cierre, este dispositivo funciona mediante un eslabón corredizo dotado de un diente que se fija en la muesca deseada. Las seis posiciones separadas 2,5 mm permiten ajustar la longitud de la pulsera hasta 15 mm.
Para aumentar la comodidad, la cara interna del brazalete Oysterflex está provista de un sistema patentado de «cojines» laterales que estabilizan el reloj en la muñeca. La verdad es que, una vez puesto en la muñeca, la comodidad, firmeza y adaptabilidad de esta correa es absoluta, muy agradable al tacto, corroborando así las virtudes que Rolex predica sobre ella.
Los sistemas Ring Command y Saros: las claves de su funcionalidad.
La referencia utilizada por Rolex para presentar los nuevos modelos está fabricada en oro amarillo con esfera negra brillante. Este metal también se ofrece con esferas champagne y blanca, mientras que el oro rosa Everose está disponible en color chocolate, rodio blanco u oscuro. La caja de 42 mm sigue coronada por el bisel estriado giratorio que forma parte del sistema Ring Command que permite seleccionar las funciones para poder ajustarlas mediante la corona bi-direccional.
La hora de referencia, en formato 24 horas, se indica en un anillo interior excéntrico y ligeramente empotrado, mientras la hora local debemos leerla mediante las agujas centrales esqueletadas. El calendario anual, bautizado como Saros y que diferencia automáticamente los meses de 30 días de los de 31, se distingue por su visualización: los meses del año están marcados por doce ventanas distribuidas a lo largo del perímetro de la esfera dispuestas en la punta de los índices horarios aplicados (que actúan como indicadores de los doce meses), con el mes en vigor marcado en rojo. El cambio de fecha, instantáneo y ofrecido a las 3 horas bajo una lente Cyclops clásica, está vinculado a la hora local.
Tampoco encontramos ninguna novedad a nivel mecánico, y en su interior late el habitual calibre 9001 que lo acompaña desde su debut en 2012. Este mecanismo de remonte automático y 72 horas de reserva de marcha, cuenta con la espiral Parachrom azul. Sus funciones son las de calendario anual y segundo huso horario. Como todos los relojes Rolex, el Sky-Dweller cuenta con la certificación de Cronómetro Superlativo redefinida por la marca en 2015. Su precisión es –2 /+2 segundos al día, es decir, más del doble de la que se le exige a un Cronómetro oficial COSC, un certificado que también ostenta. Su garantía internacional es de cinco años.
Las tres referencias Rolex Oyster Perpetual Sky-Dweller Oysterflex en oro Everose (ref. 326235) tienen un precio de 39.400 €, mientras que las tres versiones en oro amarillo (ref. 326238) son un poco más asequibles, situándose en los 38.000 €.