Cartier Libre es la denominación que da la firma de La Chaux-de-Fonds a una nueva colección que veremos en el inminente SIHH 2018. Se trata de una colección perenne ya que los cinco relojes que la componen están fuertemente limitados en su producción, de entre 15 y cincuenta piezas únicamente.
-
Cartier Libre - cover
1 / 8 -
Cartier Libre - models
2 / 8 -
Cartier Libre - Baignoire Debordante
3 / 8 -
Cartier Libre - Baignoire Etoilée
4 / 8 -
Cartier Libre - Baignoire Interdite - Crash Radieuse
5 / 8 -
Cartier Libre - Baignoire Interdite
6 / 8 -
Cartier Libre - Crash Radieuse
7 / 8 -
Cartier Libre - Baignoire Infinie
8 / 8
Inevitablemente, en cada artículo en el que tratamos de Cartier hacemos referencia al diseño, el principal rasgo del su ADN histórico y presente. El diseño altamente original y creativo lo aplica Cartier a sus joyas y complementos y los relojes nunca han quedado exentos de él. Esta nueva colección Cartier Libre la componen cinco relojes, algunos de ellos ya existentes en el catálogo, cuyo rasgo principal es la originalidad de su diseño externo.
Estos cinco relojes representan todo un ejercicio de diseño llevado al extremo y de complejidad de elaboración. De hecho, atendiendo a estos dos principios, los podríamos dividir en dos grupos. La complejidad del Baignoire Débordante, del Baignoire Etoilée y del Baignoire Infinie, aunque este último también se podría encuadrar en la categoría de diseño extremo, cuyos máximos representantes son el Baignoire Interdite y el Crash Radieuse.
También se puede afirmar que la condición relojera de estas piezas de Cartier es lo de menos. De hecho, consultar la hora en cualquiera de ellos es un verdadero ejercicio de optimismo ya que resultará prácticamente imposible. En algunos por lo diminuto de su esfera y en otros por los elementos propios de diseño que lo dificultan en extremo. Pero también está claro que la precisión de lectura no ha sido la prioridad en los Cartier Libre.
Cartier Libre – diseño de elevada complejidad
El Baignoire Débordante puede considerarse el más «convencional» de los Cartier Libre. Su diseño ovalado de caja y esfera es bastante corriente, especialmente en relojes femeninos. El extremismo de este reloj lo encontramos en la extrema dificultad de elaboración.
Las protagonistas del diseño del Baignoire Débordante son sin duda las piedras preciosas que emanan de su caja; concretamente los diamantes y las espinelas. En su parco comunicado, Cartier no especifica el número de piedras que componen este complejo entramado, pero calculo que rondarán las doscientas unidades. Además del diseño por si mismo, en el engaste manual de este elevadísimo número de piedras reside una de las grandes complejidades de este Baignoire.
La caja del Baignoire Débordante está realizada en oro gris y el movimiento que equipa es de cuarzo, algo que no debe extrañarnos ya que es bastante común en relojes femeninos, incluso en las firmas más prestigiosas. El Baignoire Débordante se emitirá en una edición limitada a 50 unidades.
Aunque estéticamente muy distintos, el Baignoire Etoilée tiene muchos puntos en común con el Débordante. Ambos relojes coinciden en la arquitectura oval de su caja, aunque la del Infinie se presenta en formato horizontal en lugar de vertical. También observamos que el tamaño de dicha caja es diminuto, lo que evidentemente no facilita la lectura de las indicaciones horarias de su esfera.
El otro aspecto, el más significativo, en el que coincide el Etoilée con el Débordante es en el hecho de que la originalidad de su diseño y de su complejidad reside en las piedras preciosas, aunque en este caso implementadas en su brazalete.
Además del trabajo de engaste manual de los innumerables diamantes y espinelas negras, es impresionante tanto el diseño como el laborioso soldado de todas estas piedras para formar un brazalete de una originalidad fascinante.
Al igual que en el Baignoire Débordante, la caja del Baignoire Etoilée está realizada en oro y su movimiento es de cuarzo. En este caso se emitirá en formato de edición limitada a únicamente 15 piezas.