El Divetrack es una nueva vuelta de tuerca de Singer al mundo de la relojería mecánica. En el 2018 nos fascinó con el Track 1, al que dedicamos este extenso artículo. En enero del 2019 Singer desveló el Flytrack Concept, un prototipo que vio la luz en versión definitiva en noviembre del 2020 (artículo).
Estas dos grandes novedades no fueron simplemente evoluciones o mejoras de lo existente sino una auténtica revolución en el concepto de un cronógrafo mecánico. De ellas Singer ha presentado multitud de versiones a lo largo de estos cinco años. Sinceramente, admito que llegué a pensar que una revolución tan drástica como la que protagonizaron estos cronógrafos no se volvería a repetir, pero afortunadamente Singer acaba de demostrar que estaba equivocado.
Ahora ha llegado el turno de los relojes de buceo y Singer no lo hace dejando de lado la complicación de cronógrafo, sino sirviéndose de ella de una forma sorprendente. Analicemos por partes todos los elementos de este innovador reloj.
La caja del Divetrack
Con buen tino, Singer ha querido mantener en el Divetrack el carácter identitario de las cajas de sus Track 1 y Flytrack. Así lo demuestra su diseño que sigue basándose en una geometría de tonel. Una vista lateral de la carrura de la caja nos demuestra que, además de esta concepto de base, Singer ha realizado en ella un complejo trabajo de diseño que se expresa en multitud de detalles.
Un detalle notorio es la importante caída del lateral de la carrura, que además se expresa en tres niveles. Otro detalle, aun más notorio, que ya conocíamos del Track 1 DLS Edition (artículo), son las cuatro perforaciones que se realiza en la carrura a la altura de lo que serían las asas en un reloj convencional.
El material elegido para elaborar la carrura (parte central de la caja) es el titanio, un metal que ofrece la misma dureza del acero pero con la mitad de su peso específico, lo que le convierte en altamente idóneo para relojes de carácter deportivo y/o profesional, como es el caso de este Divetrack. En las imágenes podemos apreciar que al titanio de la caja se le aplica un acabado arenado, una característica que de nuevo refuerza su imagen industrial.
Naturalmente, como es obligatorio en cualquier reloj de buceo profesional, el Divetrack equipa un bisel de buceo giratorio unidireccional y en él encontramos la característica escala de buceo, que en este caso se utiliza para calcular los periodos de descompresión. Este bisel está elaborado con acero inoxidable de grado 316L y en su parte superior, en un anillo de aluminio cerámico anodizado, se implementan las correspondientes cifras e índices a las que se aplica un tratamiento luminiscente Super-LuniNova® de tonalidad amarilla.
El Divetrack es un reloj de carácter profesional extremadamente especializado y por ello algunas de sus características, que criticaría en otro tipo de reloj, en este caso resultan superfluas. Una de ellas es su descomunal tamaño de 49 x 19,67 mm, unas cifras impensables en un reloj de uso diario, pero que no es la finalidad del Divetrack. Debemos partir de la base que las principales cualidades que persigue este cronógrafo de buceo son resistencia, durabilidad, legibilidad y hermeticidad, un conjunto de características que requieren grandes dimensiones.
Entre el bisel y la carrura descubrimos la primera innovación que aporta el Divetrack. Se trata de un anillo de cristal de zafiro que deja visible una escala circular que nos indica las horas en una visión lateral del reloj. También resulta extremadamente llamativa la palanca de color rojo que protege el pulsador del cronógrafo. En el siguiente apartado descubriremos su lógica.
La esfera del Divetrack
Al igual que en cualquier reloj de buceo profesional, en la esfera destacan los índices horarios en forma de botón de gran tamaño, tratados con el preceptivo recubrimiento luminiscente. Para que no quepa ninguna duda en un entorno submarino, que es el hábitat natural de este reloj, la aguja que los índica tiene una forma y un color naranja que resultan inconfundibles.
No obstante, es en el centro de la esfera donde se refleja la gran innovación de este reloj. Además de las horas y los minutos, que como ya hemos visto se indican de forma convencional, encontramos un círculo que ofrece diversas y extrañas indicaciones. En su perímetro leemos un índice de 24 horas que, es importante señalarlo, no tienen nada que ver con el tiempo convencional, sino con un contador de periodo de buceo en condiciones reales.
Este círculo está dividido en tres zonas. La primera, denominada CHILL, comprende un periodo de 0 a 6 horas, que es el tiempo necesario que debemos dejar pasar después de la última inmersión hasta iniciar la siguiente. La segunda zona, de nombre DIVE, abarca un periodo comprendido entre las 6 y las 18 horas, que nos indica el tiempo de inmersión. Finalmente, la tercera zona, denominada FLY, indica un periodo de entre 18 a 24 horas, que es el mínimo que debemos dejar transcurrir después de una inmersión antes de realizar un hipotético viaje en avión para evitar riesgos cardiovasculares o de embolia pulmonar. Toda esta jornada de 24 horas se activa mediante el pulsador del cronógrafo que antes hemos mencionado y cuyo protector de color rojo impide cualquier manipulación accidental de él.
Calibre AgenGraphe 24-h
El fondo de cristal de zafiro que equipa el fondo de la caja del Singer Divetrack nos permite admirar el espectacular Calibre AgenGraphe 24-h. Como ya indica su nombre, la base es la misma que la del AgenGraphe desarrollado por Agenhor, el especialista suizo en la creación de movimientos mecánicos avanzados de muy alta gama.
Este movimiento es una nueva versión del calibre AgenGraphe, que aporta la función 24 horas que ya hemos descrito en el apartado de la esfera. El AgenGraphe 24-h esta formado por 479 componentes, una cifra realmente impresionante que habla de la complejidad de este movimiento. Su volante oscila a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora (3 Hz) y genera una muy generosa reserva de marcha de 72 horas.
Además de la función 24 horas de la medición del cronógrafo, esta nueva versión del AgenGraph incorpora los mismos desarrollos técnicos que ya aportaba su versión inicial. Entre ellos podemos mencionar un novedoso mecanismo de embrague horizontal que acopla el cronógrafo con el tren de engranajes. Este esquema horizontal es muy eficiente en el uso del espacio y su sistema de fricción permite una precisión similar a la de un embrague vertical sin añadir grosor al conjunto. También sigue equipando la masa oscilante en su anverso, lo que la convierte en invisible.
En resumen, estamos ante un nuevo desarrollo de Singer Reimagined, que ahora revoluciona los relojes de buceo. El Divetrack no se limita a contabilizar el tiempo de inmersión, sino que también mide el tiempo necesario entre inmersiones y el periodo mínimo a reservar después de una inmersión y antes de tomar un vuelo. Evidentemente estamos ante un reloj de carácter extremadamente profesional, cuyo destino primario es ser ceñido por encima del traje de buceo en una inmersión, pero su propietario será libre de utilizarlo en cualquier ocasión, aunque quede fuera de lugar.
La producción del Singer Divetrack no está limitada en términos absolutos, pero sí relativos ya que durante el 2024 solo saldrán a la venta 25 unidades. Su precio es de 85.000 CHF, cifra a la que habrá que aplicar la correspondiente conversión de divisa y añadirle los impuestos pertinentes a cada país.