Singer Track 1 – el interior
Como ya he comentado, el fundamento que posibilita todo el ejercicio de creatividad y estilo llevado a cabo en el Singer Track 1 es el calibre AgenGraphe de Agenhor. Se trata de un revolucionario y sofisticado movimiento automático de cronógrafo, que controla sus funciones mediante rueda de pilares, que oscila a una frecuencia de 21.600 alternancias por hora y ofrece una considerable reserva de marcha de 60 horas.
El revolucionario calibre AgenGraph, que ha requerido 10 años de desarrollo, conlleva necesariamente una serie de innovaciones a nivel de estructura mecánica. La más notable de ellas es un nuevo embrague que combina las ventajas del sistema horizontal y del vertical.
Este embrague, denominado AgenClutch, acopla el mecanismo de cronógrafo con el tren de rodaje de roma horizontal pero, por contra de lo habitual en este sistema, la conexión se efectúa por fricción de ruedas sin dientes, un método similar al utilizado por los embragues verticales. De este modo no se incrementa el grosor del movimiento, como lo hace un embrague vertical, y se evitan las vibraciones que genera habitualmente un embrague horizontal.
Si alguien pensaba que el calibre AgenGraph era un mecanismo innovador pero sobrio en sus acabados se equivoca. Basta con observar la siguiente imagen para apreciar el espectacular nivel de acabados que ofrece, sin duda a la altura de las mejores realizaciones de Alta Relojería.
Podemos apreciar en este calibre la espectacularidad estructural que ofrecen típicamente los movimientos de cronógrafo de embrague horizontal y carga manual, un esquema que permite una óptima visibilidad de todos los elementos que componen el mecanismo.
Pero, ¿no había dicho antes que era un calibre de carga automática?. Sí, lo había dicho y es cierto, aunque viendo la imagen podáis pensar que se trata de un error o de que mis neuronas desfallecen. ¿Donde esta la masa oscilante que requiere todo mecanismo de carga automática?. Está, ¡pero no se ve!.
Esta es otra de las genialidades del diseño del AgenGraph que se basa en la misma premisa de romper premisas. ¿Por qué ley hay que ubicar la masa oscilante en el reverso del movimiento, donde interfiere en su visibilidad? La respuesta es obvia, no existe tal ley, pero todo el mundo lo da por sentado. El razonamiento de Singer es el mismo que el aplicado en la forma de indicar las mediciones del cronógrafo; primero el «que», luego ya veremos el «como».
Se trata de un ejercicio básico de lógica: si se ofrece un calibre del nivel de acabados y espectacularidad de este AgenGraph hay que mostrarlo al máximo. No queremos prescindir de las ventajas funcionales que ofrece un movimiento de carga automática. La típica masa oscilante montada en el reverso del movimiento impide su visibilidad. Solución: se monta la masa oscilante en el anverso del movimiento, donde queda oculta por la esfera. Mas coherente imposible.
Como colofón final, observemos que el Agengraph y en consecuencia el Singer Track 1, no montan el pulsador de puesta a cero del cronógrafo en la habitual ubicación de las 4 horas, sino que lo ubica a las 10, en paralelo con el de puesta en marcha y parada. El motivo es una vez más una cuestión de practicidad ya que la ubicación convencional de este pulsador obliga a efectuar movimientos de contorsionista con la muñeca para pulsarlo. Por contra, situado a las 10 permite accionarlo con suma comodidad. Singer aplica de de nuevo el mismo método de pensamiento: olvidemos lo que está establecido y pensemos en lo óptimo. Si es técnicamente posible se hace.