La F1 es la categoría reina del automovilismo. El Grand Prix de Mónaco es el gran premio con más glamour y sin duda el más atípico. En los últimos años, TAG Heuer es la firma relojera que más ha invertido en esta competición automovilística. Estas tres premisas son indiscutibles, como lo es que en poco más de una hora se inicia el 70º Grand Prix de Mónaco de F1.
TAG Heuer no deja escapar al ocasión y nos presenta nada menos que 4 nuevos relojes que a su manera conmemoran este evento. Como no podía ser de otro modo, tres de ellos pertenecen a la colección Monaco, con su célebre caja cuadrada. El cuarto es un Carrera, un modelo un tanto cogido por los pelos, ya que su origen nada tiene que ver, ni con la F1, ni con Mónaco.
Ninguno de estos cuatro relojes se puede considerar como novedad estricta, ni a nivel de caja, ni de esfera ni de mecanismo. Como es habitual en estas ocasiones se trata de modelos ya existentes con un tratamiento de color específico en su esfera.
El primer piloto que publicitó TAG Heuer en los Grand Prix fue el suizo Jo Siffert, quien precisamente se estrenó en la F1 en el Grand Prix de Mónaco del año 1962. Cuando en 1970 Steve McQueen se puso tras el volante de un Porsche 917K para protagonizar la famosa película «Las 24 Horas de Le Mans», buscando la máxima fidelidad posible, condujo el coche de Siffert y utilizó un mono idéntico al suyo, con un escudo del «Chronograph Heuer» de color rojo en la zona superior derecha del pecho.
En su afán realista, McQueen se interesó por la marca de relojes que publicitaba en el mono y Jack Heuer no perdió la ocasión. Heuer hizo enviar al actor una caja con diversos de los relojes que llevaban su nombre y McQueen realizó una elección un tanto inusual para la época. El modelo que finalmente luciría durante el rodaje en su muñeca fue el Monaco, con una forma cuadrada y una geometría poco habitual para la época. Así fue como se inició la leyenda de un reloj que perdura hasta nuestros días.
Dos de los relojes Monaco que TAG Heuer ha creado para esta ocasión conmemoran al de Steve McQueen. Lo hacen a través de los colores que en forma de franjas decoraban el mono de Jo Siffert y en consecuencia también el de McQueen: el azul y el naranja.
El más avanzado de ellos, el Twenty Four McQueen Calibre 36, se diferencia del resto de relojes Monaco por su caja. Sigue conservando su forma cuadrada, pero lo que equivaldría en este modelo al bisel, pasa de ser plano a adquirir una geometría piramidal. Su diámetro de 40,5 milímetros también es algo mayor que la del modelo regular. La arquitectura tubular que sostiene el módulo de su movimiento la podemos observar parcialmente en sus cuatro vértices.
La esfera del calibre 36 también se aparta de la del modelo convencional. Una franja de considerables dimensiones recorre toda su esfera en sentido vertical, invadiendo la zona donde habitualmente se sitúan los dos sub-diales. La solución de TAG Heuer es ciertamente original, aunque menos intuitiva en su lectura. Los dos contadores quedan partidos por la franja vertical, lo que impide su lectura convencional y para solucionarlo TAG Heuer recurre a dos agujas en cada uno de los contadores. En función del color de estas agujas sabremos si están contando el primer o el segundo tramo del tiempo que totalizan.
Otra diferencia importante de este Calibre 36 con el resto de modelos Monaco, de donde viene su nombre, es precisamente su calibre, que oscila a una alta frecuencia de 36.000 alternancias por hora.
Este modelo, que ya existe en el catálogo de TAG Heuer con esfera de color gris, adopta para esta ocasión el color azul de una de las franjas del mono que hemos mencionado. El otro color, el naranja, se utiliza para la aguja trotadora del cronógrafo y para una de las agujas de los dos contadores.
Las otras dos modelos que se presentan para esta ocasión se basan en la caja y la esfera más convencional del Monaco. El primero de ellos es el Calibre 12 Chronograph Automobile Club Monaco, que homenajea esta famoso club monegasco, que además de la carrera de F1, organiza el no menos célebre Rally de Montecarlo. En la esfera, de color negro, que contrasta favorablemente con los contadores plateados, encontramos impreso el logotipo del Automobile Club Monaco. Este reloj se edita en una producción limitada a 1.200 unidades.
El segundo de estos Mónaco «convencionales» se basa en el calibre 11 y adopta como denominación Monaco Steve McQueen Calibre 11. Este modelo recurre en su esfera al mismo código estético que el Calibre 36, aunque invirtiendo la utilización de los colores. La franja vertical es blanca, pero en esta ocasión no se superpone y por tanto no interfiere en los contadores. Las zonas derecha e izquierda son de color azul y los contadores nuevamente plateados. Al igual que en el «Twenty Four McQueen Calibre 36» emplea el tono naranja en sus agujas, aunque en este caso lo aplica incluso en las de horas y minutos. Al igual que el modelo del catálogo regular, este Calibre 11 ubica la corona en el lado izquierdo de su caja.