TAG Heuer Carrera 160 Years Montreal Limited Edition
Continuando con la conmemoración de su 160º aniversario, TAG Heuer lanza el Carrera 160 Years Montreal, una atractiva y minimalista edición limitada de inspiración vintage.
El Carrera es, sin duda, el reloj más importante en la historia de TAG Heuer. Su importancia es tal que ha eclipsado el hecho de que la firma posee una de las colecciones de cronógrafos más impresionante de los años 60 y 70, incluyendo además del citado Carrera, relojes como el Mónaco, el Autavia, el Silverstone, el Monza o el Camaro. Esta explosión se magnificó a raíz del lanzamiento del famoso Calibre 11, el primer cronógrafo de remonte automático de la historia (junto a El Primero de Zenith), lanzado en 1969. Sin embargo, de todos los cronógrafos Heuer de esa época, el que tal vez mejor representa la estética dominante de los cronógrafos deportivos de los años 70 es el Heuer Montreal. Ahora, en el marco de la celebración del 160º aniversario de la firma y después del lanzamiento en enero del Carrera 160 Years Silver Limited Edition, TAG Heuer ha dado nueva vida al diseño del Montreal en una edición limitada que combina una pequeña parte de su ADN con el del Carrera, alejándose así del espléndido reloj original de 1972.
Heuer Montreal, 1972
El Montreal fue uno de los cronógrafos next generation de Heuer que implementaron el Calibre 11/12 después del lanzamiento del trío Autavia / Carrera / Monaco en 1969. El Heuer Montreal presentaba una caja de 42 mm (muy grande para esa época), voluminosa y con forma de cojín con acabado cepillado radial y algunos contornos en pulido. Como todos los Heuer con calibres 11, 12, 13, 14 y 15, el Montreal tiene la corona en el lado izquierdo de la caja.
Con una configuración bicompax, su esfera era mucho más colorida que las de los relojes de principios de los 70. De los diferentes modelos lanzados del Heuer Montreal, el reloj que hoy presentamos se inspira en la referencia 110503W de 1972, el más espectacular de ellos gracias a su esfera blanca con detalles en rojo, amarillo, naranja y azul. Esta llamativa combinación es prácticamente lo único que se mantiene del Montreal original.
Además de una ventana de fecha a las 6 horas, implementaba una doble escala perimetral: pulsaciones y taquímetro. El Montreal Calibre 12 estuvo en el catálogo de Heuer durante solo cuatro años antes de ser reemplazado por una segunda generación, perdiendo gran parte del encanto y explosividad original debido principalmente a que sustituyó el calibre Heuer por el último movimiento Valjoux, el archiconocido 7750, además de apostar por un diseño más discreto.
TAG Heuer Carrera 160º Aniversario Montreal Limited Edition
Alejada de las lujuriosas formas del Montreal original, la caja de acero inoxidable de 39 mm del TAG Heuer Carrera 160º Aniversario Montreal Limited Edition es elegantemente clásica, un tamaño muy compacto para un TAG Heuer moderno que ya exhibía la primera edición especial dedicada a este efeméride. Comparte el mismo diseño básico que el resto de la línea Carrera, es decir carrura de flancos rectos, asas angulosas y biseladas, corona y pulsadores discretos, bisel fijo, acabado pulido… En definitiva, un diseño atractivo y simple que es inmediatamente reconocible como un Carrera.
Junto a una trasera de zafiro, este modelo presenta una hermeticidad de 100 metros. Desafortunadamente, cada reloj está grabado como «One of 1000» (si, TAG se ha equivocado en la imagen con el número de ejemplares de esta LE) en lugar de tener el número individual dentro de la edición limitada. No sé el porqué de esta decisión, pero lo que es seguro es que si preguntamos a los coleccionistas, todos ellos preferirían tener ese número en la trasera en vez de un genérico.
Si la caja del Montreal 160 Aniversario no guarda ningún vínculo estético con el original, la esfera reinterpreta el código de color del Heuer Montreal del 72 y lo adapta al diseño clásico del Carrera de configuración tricompax. De hecho, y aunque su colorido estilo funky difiera un mundo respecto al monocromático y elegante Carrera 160 Years Silver Limited Edition, ambos relojes comparten prácticamente todos los elementos.
Una de las claves que consiguen hacer que un reloj moderno de esfera blanca se vea vintage es recurrir a un blanco puro, evitando sutiles tonalidades beige, texturas y acabados de tipo metalizado o satinado soleil que frecuentemente se utilizan con la intención de mejorar o completar su aspecto. Y la esfera del nuevo Montreal es precisamente eso, simplemente lisa e inmaculadamente blanca.
Los tres subdiales a las 3, 6 y 9 horas corresponden al totalizador de 30 minutos, pequeño segundero y totalizador de 12 horas respectivamente, todos ellos con el mismo diámetro, de color azul y decorados con un patrón azurage. Esa misma tonalidad se utiliza para el anillo exterior que rodea la esfera y que contiene los pequeños puntos horarios en amarillo. Y si el original exhibía una muy visible y características escala doble (pulsaciones en azul y taquimétrica en rojo), este Carrera prescinde de ella pero mantiene su mismo código de color implementándolo en la minimalista escala serigrafiada sobre el bisel interno: los primeros 15 segundos son en azul y los restantes 45 en rojo, un color que también luce la majestuosa trotadora central.
Si bien el azul, el blanco y el rojo pueden formar una combinación ganadora por sí solos, es el amarillo del Super-LumiNova inserido en las manecillas, los pequeños dots horarios y el naranja de los segmentos en arco en la subesfera a las 3 horas lo que realmente distingue a la Montreal 160 Years. Es cierto que cuando miramos las imágenes del Montreal vintage el color del material luminiscente incluido en los índices aplicados horarios en acero y las manecillas parece amarilla, pero hemos de aclarar que realmente era de color verde claro (observad las imágenes del catálogo oficial): esa tonalidad amarillenta es causa de su envejecimiento.
Relativamente delgado para un cronógrafo (6,95 mm) cuenta con un embrague vertical y una rueda de pilares, mientras que su reserva de marcha llega a las 80 horas. Al igual que su versión estándar, la decoración es industrial y sin lujos, aunque en esta ocasión el rotor ennegrecido incluye el emblema del 160 aniversario de la marca.
Contrariamente a lo que el espíritu de este reloj se merecía, TAG Heuer ha decidido acompañarlo de una correa de aligator azul que no concuerda con el cromatismo deportivo de su esfera. Personalmente hubiera preferido una correa de cuero perforado.
Bastante más pequeño, una caja completamente diferente, esfera tricompax en vez de dos contadores, sin escala de pulsaciones, ni taquímetro, ni función de fecha… demasiadas diferencias para considerarlo una reedición. Incluso el hecho de decir que se ha inspirado en el Montreal parece casi fuera de lugar. Pero una vez aclarado esto, el TAG Heuer Carrera 160 Years Montreal Limited Edition me parece un reloj muy atractivo, divertido, fresco y equilibrado, a pesar de que a más de uno le chirriará su estridente colorido. Limitada a 1.000 unidades, tiene un precio de 6.400 €.