La celebración del Año Nuevo Lunar del calendario chino es motivo de homenaje anual por parte de muchas firmas relojeras, y TAG Heuer no es ajeno a ello, dando lugar a destacables ediciones especiales. En 2020, Año de la Rata, fue elegido un Autavia, pasando a un Carrera Automático en el Año del Tigre en 2022, y al Carrera Cronógrafo de 44 mm para el Año del Conejo en 2023, todas ellas reproduciendo el animal en cuestión e implementando detalles en rojo.
El 10 de febrero de 2024, China dará la bienvenida al Año del Dragón, una criatura legendaria adoptada por los emperadores chinos como símbolo de poder y sabiduría. A diferencia de los aterradores dragones que escupen llamas del folclore occidental, los dragones chinos se consideran criaturas benévolas capaces de controlar los patrones climáticos y traer lluvia para asegurar cosechas abundantes.
Para celebrarlo, TAG Heuer lanza dos cronógrafos Carrera, uno en acero y otro en oro rosa. Con la tradicional caja de 42 mm de diámetro y 14,3 mm de grosor, la ausencia de la tradicional escala taquimétrica en el bisel se corresponde con el diseño original de Jack Heuer de 1963, un hecho que le confiere una mayor elegancia a costa de su estética deportiva. Los pulsadores de tipo situados a las 2 y las 4 en punto flanqueando una gran corona y las asas angulares, todos pulidos, evocan los primeros modelos Carrera.
La cuestión de cómo incorporar un animal en la esfera de un reloj deportivo se abordó de la mejor forma posible el año pasado, cuando el cronógrafo Carrera de 44 mm que celebraba el Año del Conejo implementaba un discreto grabado de dicho lepórido en el fondo de la caja. En el caso de las dos referencias que hoy os presentamos, además de recurrir de nuevo a la trasera como lienzo, las esferas también revelan detalles sutiles que aluden al Año del Dragón.
La versión en acero exhibe una esfera plateada cepillada con rayos de sol, mientras que la iteración en oro tiene una esfera chapada en oro rosa también cepillada con rayos de sol. Con un diseño panda invertido, ambos modelos tienen subesferas en rojo burdeos y acabado acaracolado, correspondientes al totalizador de 30 minutos y de 12 horas dispuestos a las 3 y 9 horas respectivamente. El pequeño segundero pasa prácticamente desapercibido para conferirle un aspecto de cronógrafo bicompax, mostrando únicamente dos pequeñas líneas horizontales complementadas por una ventana de fecha vertical a las 6 en punto y un carácter caligráfico de dragón que aparece justo debajo del eje central.
Además de las subesferas, la trotadora central del cronógrafo y los índices aplicados de tipo bastón (de acero u oro rosa según la versión) también están lacados en rojo. En consonancia con el carácter más elegante de este reloj, se utiliza una discreta cantidad de material luminiscente en la esfera, restringido a las agujas de horas y minutos y a los pequeños segmentos que prolongan los índices horarios. La esfera está protegida por un cristal de zafiro y su hermeticidad es de 10 bar (100 metros).
El fondo de la caja muestra un gran dragón (demasiado visible para mi gusto), con un cuerpo negro con escamas doradas impresas en el cristal de zafiro que se enrolla alrededor del rotor calado de oro rosa. El calibre Heuer 02 vibra a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y dispone de una excelente reserva de marcha de 80 horas. El cronógrafo está controlado por una rueda de pilares y un embrague vertical, una combinación que garantiza la suavidad y precisión de esta complicación.
Limitados a 300 unidades, los TAG Heuer Carrera Chronograph Year of the Dragon se entregan con correas de piel de aligator roja. La versión en acero integra un cierre desplegable a juego, mientras que la más sofisticada y cálida edición en oro rosa incluye una hebilla fabricada en ese mismo lujoso metal. Aunque aún faltan meses para el inicio del Año del Dragón, ambas referencias ya están disponible en la tienda online y en las boutiques de TAG. El modelo de acero se vende por 6.350 € y el de oro rosa por 22.750 € .