La entrada en vigor de la tan anunciada reducción, prácticamente cese, del suministro de ebauches (mecanismo suministrado por piezas sin montar) por parte del Swatch Group a empresas no pertenecientes a su grupo, ha originado y sigue originando una verticalización a marchas forzadas y sin precedentes en el sector relojero suizo.
TAG Heuer, la firma estrella del grupo LVHM, no es ajena a ello y acaba de anunciar diversas acciones en este sentido. La más llamativa de ellas es el cese de su relación comercial con Nivarox-FAR (grupo Swatch) para el suministro de espirales. Mediante un acuerdo que acaba de anunciare, su nuevo proveedor de este elemento tan crítico en un reloj mecánico será Seiko Instruments Inc.
No debemos echarnos las manos a la cabeza por este anuncio, pues no olvidemos que la exigencia de la FHS (Fédération Horlogère Suisse) es que solo el 60% de los componentes de un reloj “swiss made” deben ser obligatoriamente de origen suizo. Por otra parte, Seiko es uno de los líderes mundiales en relojería mecánica y tiene una capacidad productiva de prácticamente todos los elementos que conforman un reloj. Asimismo, Seiko es miembro de la Société Suisse de Chronométrie, en la cual contribuye a la mejora del conocimiento en el desarrollo y la fabricación de los componentes mecánicos de un reloj.
En cuanto a la verticalización de su producción, apenas cuatro meses después de la adquisición de Artecad, fabricante suizo de esferas, TAG Heuer anuncia nuevas inversiones industriales. Con el fin de doblar su capacidad productiva de movimientos mecánicos de cronógrafo, construirá unas nuevas instalaciones de 2.400 m² en Chevenez que emplearán a más de 100 personas. La finalización de las obras y el inicio de la producción están previstos para finales del 2013.
Queda claro que la crisis no afecta, o lo hace de forma muy comedida, al sector relojero de alta gama. También queda claro que en muchos países deberíamos aprender de la eficacia y rapidez constructiva del sector industrial suizo.