El mundo de las carreras automovilísticas ha sido motivo de inspiración de multitud de relojes desde inicios del siglo pasado, ye ntre ellos, el TAG Heuer Monaco ocupa un lugar preponderante desde su lanzamiento en 1969. Habitualmente realizado en acero y con esferas basadas en combinaciones cromáticas de azul, rojo, negro o blanco, para su última versión en edición limitada recurre a una caja de titanio y una esfera plateada con efecto rayos de sol con potentes detalles en verde, el clásico British racing green, y amarillo.
El TAG Heuer Monaco es un cronógrafo de caja cuadrada que ganó popularidad cuando el actor Steve McQueen lo lució en la película de culto Le Mans en 1971, convirtiéndose en uno de los relojes más emblemáticos de TAG Heuer, al que sólo le hace sombra el icónico Carrera. El Monaco también ha sido durante mucho tiempo un símbolo de innovación, ya que fue uno de los pocos relojes equipados con el histórico Calibre 11, uno de los primeros cronógrafos automáticos jamás construidos.
El nuevo TAG Heuer Monaco Chronograph Racing Green (ref. CAW218E.FC6565) presenta la configuración de estilo vintage original del Monaco, con la corona ubicada a las 9 horas en la carrura izquierda en vez de entre los pulsadores cronográficos a las 3 en punto. Fabricada en titanio de grado 2 con un acabado finamente matizado con chorro de arena, la caja mide 39 mm de diámetro por 14,35 mm de grosor. Está rematada por un cristal de zafiro que sobresale en altura sobre el visualmente inexistente bisel, con un perfil superior curvado y bordes biselados, mientras que el reverso del reloj presenta un fondo de caja atornillado que colabora a que la hermeticidad sea de 100 metros. Al igual que otros modelos Monaco modernos, los pulsadores del cronógrafo tienen un perfil oblongo angular en lugar de los tradicionales pulsadores circulares que se pueden encontrar en los modelos más antiguos.
El nuevo TAG Heuer Monaco Chronograph Racing Green está equipado con una esfera plateada con efecto rayos de sol de configuración bicompax y ventana de fecha a las 6 en punto, abandonando así el pequeño segundero que implementan los Monaco actuales sobre la citada ventana de fecha. Las subesferas de geometría cuadrada y bordes redondeados del pequeño segundero y del totalizador de 30 minutos, son de color verde Racing. Dispuestos a las 3 y 9 horas respectivamente, contrastan poderosamente sobre la esfera plateada y el amarillo de la trotadora central y del índice horario a las 12 horas. Además, los pequeños puntos de Super-LumiNova colocados a lo largo del perímetro exterior de los índices aplicados horarios son de color verde palido.
En el interior de esta edición limitada del Monaco late el Calibre 11, un movimiento de remonte automático basado en el Sellita SW300-1 con un módulo cronográfico Dubois-Depraz. Las especificaciones técnicas del TAG Heuer Calibre 11 son más o menos idénticas a las de los demás movimientos que siguen este mismo diseño, con una frecuencia de 4 Hz (28.800 alternancias por horas) y una reserva de marcha de sólo 40 horas. Si bien el Calibre 11 ofrece el encanto de mantener la distintiva disposición de la corona a las 9 horas de los Monaco vintage, cabe decir que parece anticuado en comparación con los diversos movimientos manufactura que dispone actualmente TAG Heuer.
El TAG Heuer Monaco Chronograph Racing Green se entrega con una correa de cuero perforada hecha de piel de becerro con el mismo verde British racing que lucen las dos subesferas, e implementa además un forro interior en amarillo. Se completa con un cierre desplegable con la forma del escudo vintage de Heuer, fabricado en titanio pulido con chorro de arena. Para indicar su condición de edición limitada a 1.000 unidades, el fondo de caja está grabado con «One of 1000» (la misma inscripción aparece en la versión Racing Blue del año pasado); sin embargo, creo que la mayoría de la gente hubiera preferido un fondo de caja numerado individualmente, ya que esto siempre hace que una edición limitada se sienta un poco más especial. Su precio es de 9.150 euros.