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Hasta el momento se han definido dos de los cuatro módulos enunciados al inicio de esta sección. En primer lugar hemos hablado de la fuente de energía del reloj y, en segundo lugar, de cómo se transmite esta energía a través del tren de engranaje hacia el escape. De cada una de las ruedas de este tren, hemos definido su función, es decir, qué aguja de las indicaciones conduce cada una de ellas. Pero llegados a este punto, parece obvio que debe haber alguien que regule la energía suministrada, así pues, ¿quién dosifica la energía suministrada por el muelle al tren de engranajes para que sus ruedas giren en los tiempos adecuados?

Antes de encargarnos del órgano regulador del reloj, debemos hablar del elemento que sirve de unión entre éste y las dos partes del movimiento vistas hasta ahora.

Estamos hablando del escape. Vamos a comparar el sistema del movimiento del reloj con otro sistema más fácil de entender con el fin de explicar con más claridad su funcionamiento.

Imaginemos que tenemos una batería cargada con energía eléctrica (el muelle motor) preparada para suministrar electricidad, por medio de un cable (tren de engranaje), a una bombilla. Si no existe ningún interruptor que nos permita apagar y encender la bombilla cuando deseemos, es obvio que la luz siempre estará encendida y la energía acumulada en la batería se consumirá sin ningún tipo de control. Pues bien, esto es lo que sucedería en un reloj mecánico si no existiera el escape. El muelle del barrilete se destensaría en unos pocos segundos agotando toda su energía y las ruedas del tren de engranaje girarían sin control alguno. Así pues y siguiendo con el símil, el escape es el interruptor, es el elemento que permite que el muelle se destense y libere la energía acumulada en él haciendo girar las ruedas del tren o bien provocando que el sistema se bloquee.

Actualmente el tipo de escape más utilizado es el conocido como escape de áncora suizo, aunque existen varios tipos. En próximos artículos hablaremos de los distintos tipos de escapes así como de las peculiaridades de cada uno y de su funcionamiento. Basándonos en el escape de áncora suizo, está formado por la rueda de escape (Etiqueta 2 de la ilustración), vista en el artículo anterior como última rueda del tren de engranaje, y por el áncora (Etiqueta 1 de la ilustración).

A través del escape la energía suministrada por el muelle del barrilete se fracciona en unidades iguales para que sea posible contar el tiempo. En su movimiento giratorio, la rueda de escape transmite la energía que recibe del muelle a través del tren de engranaje al áncora. La función del áncora es transformar el movimiento circular de la rueda de escape en un movimiento de tipo alternativo, mediante la transmisión de impulsos, con el fin de hacer funcionar al órgano de regulación del reloj.

Estamos llegando al final del recorrido. En este apartado se ha hablado del “interruptor” del movimiento pero parece obvio que alguien debe accionarlo o pararlo con la frecuencia adecuada para que el reloj funcione correctamente.

Mañana hablaremos pues, del órgano regulador del movimiento.

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POR   

Ingeniero Técnico Industrial, de formación electrónica con pasión por la micro-mecánica. Co-fundador y editor de Watch-Test. En mi trabajo y en la vida tengo una máxima: Las cosas hay que explicarlas de manera que se entiendan. De lo contrario, el esfuerzo es en vano.

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