Y como comentábamos en el último artículo, llegamos al órgano regulador del reloj: el conjunto volante – espiral, corazón del reloj mecánico. Continuando con el símil de la entrada anterior, es quien acciona o para el interruptor (el escape) en los intervalos de tiempo adecuados para el correcto funcionamiento del movimiento siendo, por tanto, el responsable de la precisión del reloj.
Como se observa en la ilustración 1, el conjunto está formado por una rueda denominada volante (1) dotada de un eje central fijado por su punto medio para permitir su rotación bidireccional, y por una espiral (2) consistente en una lámina metálica de sección rectangular y enrollada sobre sí misma.
En la ilustración 2 se pueden distinguir cada uno de los bloques expuestos. El barrilete, el tren de engranaje, el escape y el conjunto volante – espiral.
Alcanzado este punto y descrita la función de cada uno de los cuatro módulos que componen el movimiento de un reloj mecánico, nos encontramos quizás, ante la tarea más ardua de la exposición y que no es otra que exponer la manera en la que interactúan el escape y el conjunto volante-espiral para obtener los resultados deseados.
En el próximo artículo expondremos el funcionamiento conjunto del escape y del órgano de regulación del movimiento, es decir, hablaremos de cómo se dosifica el suministro de la energía acumulada en el barrilete y de cómo se regula el proceso para que las ruedas del tren de engranaje giren en los tiempos adecuados y porten a las agujas indicadoras de manera correcta. En otras palabras, se analizará el funcionamiento del mecanismo que permite, por ejemplo, que la rueda central efectúe un giro completo cada doce horas, o que la cuarta rueda lo haga en un espacio de tiempo de sesenta segundos.
Es posible que el presente artículo sepa a poco, pero considero que los temas que continúan deben ser tratados de manera muy clara y por pasos. Podríamos extendernos y comentar los tipos de espiral y los materiales utilizados para su fabricación, o hablar del momento de inercia de los volantes, pero considero que son temas que se podrán plantear con más facilidad cuando hayamos hablado antes de otros más básicos. Adicionalmente, creo que estos conceptos son merecedores de artículos monográficos que escribiremos cuando sea más adecuado (siempre desde el punto de vista de mi opinión personal que, obviamente, no tiene porque ser la mejor).
En el próximo artículo intentaremos establecer un modelo de movimiento para el funcionamiento del conjunto volante espiral.