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Continuamos con nuestro avance particular a través del movimiento del reloj, y una vez expuesto el sistema de acumulación de la energía, pasamos a describir el tren de engranajes básico de un reloj mecánico. Sobre este tren de engranajes, constituido por un conjunto de ruedas y piñones, hablaremos de manera extensa en futuras entradas del blog. Cuando llegue el momento introduciremos los conceptos de base que rigen su movimiento, las relaciones entre los componentes e incluso nos atreveremos, basándonos en el libro “Watchmaking” del recientemente fallecido George Daniels (padre e inventor del escape co-axial de Omega), a exponer el diseño de un tren de engranajes sencillo.

Por el momento, vamos a centrarnos en los conceptos básicos.

La energía acumulada en el muelle debe ser transmitida al escape del movimiento (vamos a obviar, por el momento, qué es el escape. Todo llegará). Para ello se dispone de un módulo de transmisión de energía conocido como el tren de engranaje. Las distintas ruedas que lo conforman sirven a la vez, para conducir las agujas indicadoras del dial.

Como ya se ha visto en el apartado anterior, a medida que el muelle se desenrolla (o destensa), hace girar al barrilete y éste transmite el movimiento haciendo uso de la rueda dentada de la que está dotado, a las ruedas del tren de engranaje.

La primera rueda situada inmediatamente después del barrilete se conoce con el nombre de rueda central debido a la situación que ocupa en el seno del movimiento. Esta rueda realiza una vuelta completa en un espacio de tiempo de doce horas y es la responsable del movimiento de la aguja de las horas. (Etiqueta 1 de la ilustración).

La rueda ubicada justo a continuación es la denominada tercera rueda (Etiqueta 2 de la ilustración). Se trata de una rueda intermedia que, a través de su piñón, conecta la rueda central con la cuarta rueda (Etiqueta 3 de la ilustración).

Esta cuarta rueda, o rueda de los segundos, describe un giro completo en un espacio de un minuto o, lo que es lo mismo, en 60 segundos y es, por tanto y como su nombre indica, la portadora de la aguja de los segundos en el caso de que el reloj esté equipado con esta indicación. La ubicación de esta rueda en el conjunto del movimiento puede ser a las seis en punto del dial, o bien en el centro del mismo cuando incorpora la complicación de segundero central.

Finalmente, y completando este tren de engranaje, se encuentra la rueda de áncora o rueda de escape (Etiqueta 4 de la ilustración). Esta última rueda es la responsable de transmitir el movimiento y, por lo tanto, descargar la energía del tren de engranaje hacia el elemento conocido como áncora.

Esta rueda de escape es muy distinta de las otras tres ya comentadas, tanto desde el punto de vista del material en el que está fabricada como desde el punto de vista de su forma. Estas diferencias se deben a que la rueda de escape está sometida a un número muy elevado de impactos.

Una vez vistas todas las ruedas que constituyen el tren de engranaje podemos resumir la función de éste como un sistema para transmitir la energía desde el barrilete hasta el escape, aprovechando el movimiento de cada una de las ruedas para portar las agujas indicadoras de las horas, minutos y segundos.

Hagamos un poco de memoria. Hasta este momento y a través de las dos últimas entradas hemos visto quién y como acumula la energía mecánica necesaria para que el reloj funciones y cuál es el sistema para portar las agujas indicadoras del dial mediante la energía recibida. Si nos paramos a pensar, es obvio que falta alguna cosa de suma importancia, ¿quién controla el consumo de energía del muelle del barrilete y la velocidad de giro de las ruedas y piñones del tren de engranajes?.

Para empezar a averiguarlo habrá que esperar hasta mañana, en nuestro próximo artículo.

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POR   

Ingeniero Técnico Industrial, de formación electrónica con pasión por la micro-mecánica. Co-fundador y editor de Watch-Test. En mi trabajo y en la vida tengo una máxima: Las cosas hay que explicarlas de manera que se entiendan. De lo contrario, el esfuerzo es en vano.

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