Tudor ha presentado una versión del Black Bay 58 totalmente realizada en oro amarillo y acompañada de una cálida esfera verde.

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En el Watches & Wonders 2024, Tudor ha ampliado la colección Black Bay 58 con el nuevo GMT como principal novedad, aunque no ha sido la única. Si en 2021 Tudor presentó el Black Bay 58 en oro amarillo de 18 quilates acompañado de una correa de aligátor marrón y una adicional de tela verde/dorada, este año lo relanza con ciertos elementos de diseño evolucionados y, por primera vez, com un brazalete de tres eslabones de oro macizo de 18 quilates con cierre Tudor T-Fit. Si bien un reloj de buceo full gold puede parecer inusual desde un punto de vista funcional, no es menos cierto que la distinción entre estos guardatiempos y las joyas se ha ido difuminado.

Tudor Black Bay 58 18K

Teniendo en cuenta la edición lanzada en 2021, la decisión de Tudor de sumarle un brazalete de oro macizo es totalmente comprensible… aunque se sitúa en un rango de precio que supera con creces la media dentro de la marca. De hecho, su ausencia en el modelo de hace tres años fue el comentario mayoritario, justificando con ello un precio muy inferior al que tiene la nueva referencia: 18.250 € frente a los 32.500 € del full gold. Recordemos que este mismo reloj en acero tiene un precio de 4.070 € (una octava parte del full gold), mientras que en bronce, con una estética dorada similar, sube hasta 4.940 €. Si bien es innegablemente hermoso, no está claro dónde encaja en la colección de Tudor y parece un poco fuera de lugar.

Tudor Black Bay 58 18K

Este Black Bay 58 18K esta fabricado totalmente en oro amarillo: la caja de 39 mm, el brazalete (por suerte, sin los remaches en los eslabones), el fondo abierto, el bisel y la corona. De alguna manera, su look no es tan lujoso como a priori cabría esperar, y lo es por una sencilla razón: prácticamente todas las superficies están cepilladas hasta obtener un acabado satinado tirando a mate. Personalmente me parece la mejor opción para evitar la ostentosidad del oro pulido, que le daría una presencia demasiado lujosa y bastante alejada del lema de la marca, Born to Dare. Si lo comparamos con el recientemente presentado Rolex Deepsea, también 100% en oro amarillo, la diferencia estética y de estilo es patente.

Tudor Black Bay 58 18K

El anillo de aluminio anodizado del bisel y la esfera abovedada son verde mate, un color que combina a la perfección con el oro, y esta vez incluso las manecillas Snowflake y los índices son de oro macizo, un toque de lujo normalmente reservado para Rolex. Como la versión con correa, la trasera incluye un cristal de zafiro que permite observar el mecanismo que encierra en su interior. Sinceramente, creo que la sencillez de acabados del calibre no justifica dicha arquitectura, que más parece una medida destinada a ahorrarse bastantes gramos de oro y rebajar así su precio.

Tudor Black Bay 58 18K

El reloj Tudor Black Bay 58 18k implementa el calibre de manufactura MT5400, un movimiento con 70 horas de reserva de marcha y certificado por COSC. De hecho, aunque el COSC permite una variación media en el funcionamiento diario de un movimiento fuera de la caja de entre -4 y +6 segundos, Tudor aplica un estándar de variación de 6 segundos (-2/+4) en sus relojes con calibres manufactura completamente ensamblados.

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Ingeniero geólogo, Master en Geología Marina y Master en Restauración Medioambiental, Co-fundador y editor en Watch-test. Opinión, pasión y rigor, son los pilares fundamentales que sustentan la redacción de mis artículos. La clave, disfrutar de una profesión que coincide con mi afición.

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