Durante las últimas dos semanas,Tudor ha estado en boca de muchos aficionados gracias al extraordinario resultado obtenido con el Tudor Heritage Black Bay One en la subasta benéfica Only Watch, que ha sido adjudicado por 345.000 CHF, un inesperado precio que multiplican por cien su valor previo estimado. A pesar de que no podremos disfrutar de este reloj único, sí que podemos optar al recientemente presentado Tudor Heritage Black Bay “Black». Ahora, como si de un triplete se tratara, la firma ginebrina lanza el Tudor Fastrider Black Shield Chronograph, una nueva versión que sigue recurriendo a la caja monobloque de cerámica negra mate.
La colección Fastrider se creó originalmente en 2011 como símbolo de la asociación entre Tudor y Ducati, convirtiéndose en su línea más técnica y deportiva. En 2013, Tudor incorporó la caja de cerámica negra con los Fastrider Black Shield, dos versiones con detalles en rojo o bronce, a la vez que extendió su colaboración con la personalización de la Ducati Diavel, en la que se utilizó el mismo lenguaje estético. A principios de este 2015, la firma retoma el camino con la creación de un nuevo cronógrafo Fastrider inspirado en uno de los modelos más famosos de Ducati, la Scrambler, dotado de una caja de acero satinado y ofrecido en tres coloridas esferas. Ahora, Ducati presenta la soberbia XDiavel 2016, una bestia de 1.262 cc y 156 cv que resulta el foco de inspiración que Tudor ha utilizado para crear la versión que hoy os presentamos.
El nuevo Tudor Fastrider Black Shield Chronograph es, esencialmente, un restyling estético que afecta únicamente a la esfera y correa. Como hemos comentado anteriormente, su cómoda caja de 42 mm está fabricada en cerámica negra que luce un acertado aspecto mate, fruto de aplicar un micro-granallado a su superficie, que le confiere una mayor calidez respecto a un acabado PVD o DLC. El bisel, también cerámico, implementa una escala taquimétrica grabada, mientras los pulsadores cronográficos y la corona son de acero con recubrimiento en PVD negro. Su estanqueidad alcanza unos más que correctos 150 metros de profundidad.
Su esfera en negro mate muestra una configuración tri-compax de estructura 3-6-9, posiciones en las que encontramos, respectivamente, los totalizadores de 30 minutos y 12 horas, y el pequeño segundero, todos ellos con un anillo perimetral que contiene los índices y las escalas correspondientes. Se acompañan por la pequeña obertura circular con la indicación de fecha ubicada entre las 4 y las 5 horas, que se corrige mediante el pulsador ubicado a las 9 en la carrura izquierda, y que adopta la forma del escudo de Tudor en PVD.
El realce perimetral de la esfera implementa una escala de segundos, seguida por ocho índices aplicados que marcan las posiciones horarias que no son ocupadas por los contadores, mientras a las 12 horas expone el logo de Tudor, justo encima de una personalmente anti-estética placa con el nombre de la firma y su sede,
El dial se completa con las dos agujas semi-esqueletadas de horas y minutos, y la estilizada trotadora central. Un curioso detalle es la geometría cuadrada del contrapeso de la segundera cronográfica, una forma que se repite en los ejes de las pequeñas manecillas de los tres sub-diales.
La esfera me resulta armoniosa y bien proporcionada, sobretodo gracias a la buena relación de tamaños entre los totalizadores y el resto de elementos del dial. Además, cuenta con una excelente legibilidad debido al alto contraste entre el fondo negro y el blanco de las agujas y escalas… aunque quizás echo en falta algún detalle de color que rompa esta monotonía, sobretodo en un modelo tan deportivo como éste, asociado a una moto que además de lucir esta misma dualidad negro/blanco, exhibe algunos detalles en rojo. ¿Qué tal resultaría con la central trotadora en rojo, siguiendo el ejemplo de los Fastrider 2013?. Sin duda, ganaría en deportividad, aunque a costa de perder parte de la polivalencia y encanto que le confieren su neutralidad cromática.
En su interior no hay ninguna diferencia respecto a los Fastrider ya existentes; la firma recurre al calibre Tudor 7753, un movimiento cronógrafo automático basado en el ETA 7753, que dispone de una reserva de marcha de 46 horas.
El Tudor Fastrider Black Shield Chronograph se entrega con una correa de caucho o de cuero negra con pespunte en blanco, repitiendo así el contraste cromático que exhibe la esfera, ambas con cierre desplegable y cierre de seguridad en acero recubiertos con PVD negro.