Por fin, tres años después de su lanzamiento en 2012, Tudor nos presenta el Tudor Heritage Black Bay «Black», la versión más esperada por los fans de la marca que se une a las ya existentes con bisel rojo y azul. Realmente, no estamos ante una gran novedad por sí misma; es una variante de un modelo ya existente al que no se le implementa más modificación que el color negro del bisel. Pero es ésta precisamente la que lo convierte en una novedad importante, este «black» que adopta la estética más histórica y profesional tan reclamada por los aficionados.
Con ocasión de la sexta edición de la subasta solidaria Only Watch, nos referíamos al Tudor Heritage Black Bay Only como un gran acierto por parte de la marca al recuperar la imagen vintage del histórico Tudor Submariner 7293 de 1954, y esperábamos que en un futuro estuviera disponible para todo el publico. Nuestros deseos se han cumplido en parte, ya que, a pesar de no lucir exactamente la atractiva esfera vintage del Only, el deseado bisel negro le infunde al Tudor Heritage Black Bay una presencia más instrumental e histórica respecto a las versiones en rojo y azul. Sin lugar a dudas, esta referencia esté predestinada a convertirse en una de las estrellas de la firma de la rosa.
Como cabía esperar, en su interior late el habitual calibre 2824 de origen ETA, un movimiento automático con 38 horas de reserva de marcha y vibra a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora.
El Heritage recurre a elementos que han sido recuperados de los modelos históricos de Tudor dedicados al submarinismo. Las formas de la caja de 41 mm nos remiten al Tudor Oyster Prince Submariner «Big Crown» 7924 de 1958, un modelo de 37 mm de diámetro que, como novedad respecto al Tudor Submariner 7293, mostraba una corona más grande, el bisel indexado en sus primeros 15 minutos, y una hermeticidad de 200 metros, tres rasgos característicos de los actuales Tudor Heritage Black Bay. En cambio, el singular diseño de las manecillas tiene su origen en 1969 con la introducción de los nuevos Tudor Oyster Prince Submariner «Snowflake» 7016. Su esfera presentaba unos grandes y visible índices cuadrados, reforzados por sus agujas, apodadas «snowflakes» por los coleccionistas, realzadas con cuadrados luminosos destinados a optimizar la legibilidad.
El único detalle de color nos lo ofrece el triángulo rojo invertido ubicado a las 12 horas en el bisel, utilizado para controlar el tiempo de inmersión. La esfera negra brillante luce la escala minutera y las inscripciones en dorado, combinando a la perfección con el oro de las manecillas e índices horarios circulares, ambas con abundante aplicación de material luminiscente de color crema. Un buen detalle vintage que podemos observar son las inscripciones y su disposición, que copian las que lucían los Tudor Submariner de la década de los cincuenta, aunque prescinde de las palabras Oyster y Submariner, unas definiciones evidentemente ligadas a Rolex.
Aunque era predecible que esta versión tarde o temprano saldría a la luz, no puedo sino alegrarme de su lanzamiento. El Heritage Black Bay «Black» se convierte en una de mis piezas favoritas de Tudor, gracias a que el bisel adopta el color que mejor se ajusta al diseño histórico de los diver de la firma como reloj-instrumento en la década de los años 50 y 60.
Estará disponible con armis de acero, correa de cuero negro envejecido y con correa textil, tres opciones bien diferentes que le confieren una amplia versatilidad, aunque personalmente, el brazalete metálico me parece la mejor opción tanto estética como de uso.