La sexta edición del Only Watch nos trae la novedad de que, por primera vez, el grupo Rolex va a estar presente en la subasta. Como cabía esperar de una firma poco dada a estos menesteres, no es la casa madre la que participa directamente, sino que lo hace a través de Tudor con la reedición de uno de sus modelos más históricos lanzado hace 60 años. El Tudor Heritage Black Bay One nos ofrece un look vintage bastante fiel al original, y pone la miel en los labios a multitud de aficionados a la marca, ilusionados ante la posibilidad de que Tudor lo incorpore a su catálogo.
Este guardatiempo no deja de ser una versión de los actuales Tudor Heritage Black Bay, aunque si en ellos la inspiración en los Tudor Submariner de mediados del siglo pasado ha sido modernizada y puesta al día, el modelo para Only Watch luce el mismo diseño que el histórico Tudor Submariner 7923 de 1954. Por esa razón, el número de referencia de esta pieza única es 7923/001.
Tudor Heritage Black Bay One
Fabricado en acero satinado y pulido, los 37 mm originales vuelven a ser actualizados a 41 mm, un tamaño de encaje universal que ofrecen una excelente comodidad y adaptabilidad a todo tipo de muñecas. Un detalle que nos remite al histórico 7923 es que el brazalete no se integra con la caja como en los actuales Heritage Black Bay, sino que abandona el último eslabón de encaje en favor de una unión de tipo tubo. El mismo objetivo persigue el bisel unidireccional negro mate, que prescinde de la habitual escala graduada de 15´.
Bajo el cristal de zafiro abombado, el Tudor Heritage Black Bay One recupera la esfera negra brillante con la escala minutera, índices, inscripciones y manecillas en dorado, el color beige de la sustancia luminiscente y la mención Shock-Resisting, todos ellos elementos presentes en el 7923. Dos detalles en rojo rompen esta identificación histórica: la inscripción en el dial de sus 200 metros de hermeticidad y el triángulo invertido en el bisel utilizado para controlar el tiempo de inmersión.
En su interior late el calibre 2824, un movimiento automático suministrado por ETA con 38 horas de reserva de marcha. Lamentablemente, vemos como Tudor no ha recurrido a su primer calibre manufactura MT5621 presentado este año con el North Flag, aunque tratándose de una pieza única con un diseño tan impresionante, no deberíamos darle mayor importancia. La principal cuestión es porqué ha decidido Tudor entrar en la subasta Only Watch si hasta la fecha nunca había participado. La respuesta sólo podemos interpretarla, pero en mi opinión, es una nueva muestra de la progresiva diferenciación de Tudor respecto a Rolex. En este sentido, le resulta muy beneficioso aprovechar ocasiones como la de Only Watch para aumentar su reconocimiento entre el público generalista y coleccionistas, y más si tenemos en cuenta la mínima inversión necesaria(es el reloj con el menor precio de salida) respecto a un resultado tremendamente efectivo y efectista publicitariamente hablando.