Las 13:00 horas del pasado 17 de noviembre fue el momento elegido por Tudor para la presentación mundial del nuevo Pelagos LHD. La puesta de largo en España tuvo lugar en la joyería Rabat del barcelonés Paseo de Gràcia, y contó con la presencia de Cedric Muller, Director General de Tudor, y de Ander Ugarte, el diseñador del reloj.
La característica que define al Tudor Pelagos LHD (Left Hand Drive) es la ubicación de la corona en la carrura izquierda, de modo que el reloj pueda llevarse en la muñeca derecha . Este diseño no es desconocido para la marca, que ya en la década de los años 70 fabricó este tipo de relojes bajo demanda específica de profesionales del buceo, como los destinados a la Marina francesa. Hasta ese momento, los submarinistas zurdos llevaban los relojes al revés en la muñeca derecha, ya que la única manera de tener un acceso fácil con la mano izquierda al mecanismo de cuerda.
La corona a la izquierda, aunque es la más importante, no es la única novedad que implementa el Tudor Pelagos LHD: los índices, luminova y agujas, son de color beige, mientras el color de la numeración de la fecha muestra una alternancia rojo/negro según sea una cifra par o impar, dos guiños a los relojes de buceo históricos de Tudor. Adicionalmente, el nombre del modelo también aparece en rojo.
El Tudor Pelagos hizo su debut en 2012, ofreciéndose como un producto completamente nuevo y alejado de la alargada sombra de Rolex, un proceso que Tudor aceleró el año pasado con su primer calibre in-house. El Pelagos es un reloj de buceo muy moderno, un verdadero reloj-instrumento que se aleja de la imagen más polivalente del Rolex Submariner. El titanio fue el material elegido para fabricar la caja y brazalete por sus cualidades intrínsecas, su ligereza y su gran resistencia a la corrosión que ocasiona el agua de mar. Su acabado satinado cepillado encuentra continuidad en el acertadísimo acabado mate del anillo cerámico del bisel unidireccional. Aunque resulta algo más austero que el del Rolex Submariner, me atrevo a decir que la sensación y tacto de los “clics” de rotación son incluso mejores.
La caja de 42 mm incluye en la carrura derecha una válvula de helio, un elemento que contribuye decisivamente a que este Tudor Pelagos exhiba una excelente hermeticidad de 500 metros. Su comodidad es absoluta gracias a su tamaño y ligereza, dos virtudes a las que debemos sumarle las bondades de su brazalete de titanio, cuyo cierre desplegable micro-ajustable permitirá adaptarlo a la perfección a nuestras muñecas.
La esfera de alto contraste presenta unos índices aplicados cuadrados de tamaño considerable y aplicación de material luminiscente, lo que garantiza una excelente legibilidad y visibilidad. Al igual que exhibe la escala del bisel, la luminiscencia de los índices y manecillas azul, el único color discernible a grandes profundidades. Sus agujas se distinguen perfectamente unas de otras a primera vista, sobre todo la horaria por su característico extremo cuadrado. Esta configuración, conocida como “snowflake”, es el emblema de los relojes de buceo Tudor fabricados a partir de finales de la década de los 60.
El único punto que estéticamente no me gusta es la excesiva “lectura” presente en la esfera. Dispuesta en nada más ni nada menos que siete líneas (2+5), nos informa sobre el nombre de la marca, lugar de fabricación, nombre del modelo, su certificado como cronómetro, su sistema automático de remonte y su hermeticidad hasta 500 metros. En mi opinión, la trasera hubiera sido el lugar ideal para mostrar la mayoría de estos datos, acompañando a su número de edición grabado en el centro.
En su interior late el calibre MT5612-LHD, un movimiento manufactura de remonte automático que ostenta el certificado cronométrico otorgado por el COSC, posee una excelente reserva de marcha de 70 horas, e incorpora un espiral de silicio amagnético. Cada movimiento MT5612 es enviado para la certificación de cronómetro, pero Tudor anuncia con orgullo que en sus propias pruebas las mediciones mejoran los estándares COSC de -4 a + 6 segundos por día, ofreciendo un espectacular promedio de -2 a + 4 segundos por día. Además, dispone de cambio instantáneo de fecha con ajuste rápido sin intervalo de no corrección, y de un sistema de parada del segundero para una puesta en hora precisa.
¡Que le voy a hacer!, no soy fan de los relojes para zurdos. Y que conste que he tenido uno, pero me deshice de él porque me resultaba incómodo llevar un reloj en la muñeca derecha. Lo que sí me gusta del Tudor Pelagos LHD es su estética más cálida y vintage, conseguida gracias al color beige de índices y manecillas, y los detalles en rojo de la fecha y el nombre. Su precio no varía respecto al resto de Pelagos, unos 4.180 € que me parecen adecuados por lo que ofrece: un reloj de buceo fabricado en titanio, con una hermeticidad de 500 metros, válvula de helio, y bisel cerámico, muy legible y cómodo, que es movido por un calibre automático manufactura con 70 horas de reserva de marcha, certificado COSC y espiral de silicio.