Uno de los elementos que pueden ser clave para decantarnos por un reloj u otro es su comodidad. Tanto la forma como dimensiones de su caja, peso y geometría, influyen decisivamente en ella. Pero tan importante como estos factores es la forma en que unimos el reloj a nuestra muñeca, sobretodo en el caso de que dicho guardatiempo implemente un brazalete.
Hoy os presentamos el vídeo del que acompaña al Tudor Pelagos, un extraordinario reloj de buceo que desde 2015 late al son de su calibre manufactura MT5621. El Pelagos cuenta con un brazalete de titanio con cierre de acero plegable, equipado con un comodísimo micro-ajuste de tres posiciones y un exclusivo mecanismo de resorte autoajustable. Desarrollado y patentado por Tudor, este extraordinario sistema ajusta el brazalete durante la fase de descenso, contrayéndolo cuando la combinación se comprime debido a la profundidad y expandiéndolo a medida que la presión vuelve a disminuir durante el ascenso del buceador.