La nueva colección Ulysse Nardin Blast es sin duda una de las grandes protagonistas de los Geneva Watch Days, el atípico evento que han organizado algunas firmas suizas para compensar la anulación de los grandes eventos relojeros anuales y que se inicia mañana. Mucho me temo que, dado que la situación del Covid-19 está muy lejos de mejorar, pocos serán los medios que acudirán a este evento que se inicia hoy. Dudo que alguien esté dispuesto a viajar a Ginebra para tener que pasar una cuarentena, ya que aunque estuviera dispuesto al sacrificio, de nada serviría el viaje.
Por tanto, las novedades de las marcas en este evento más que una presentación serán un anuncio virtual. La consecuencia es que deberemos plasmar nuestras impresiones con la reserva lógica de no haber tenido los relojes en mano, algo que nos ha ocurrido con prácticamente todas las novedades de este nefasto 2020.
El Ulysse Nardin Blast es la nueva apuesta vanguardista de la manufactura de Le Locle. De hecho es un indicativo bastante elocuente de la gran apuesta de Ulysse Nardin por relojes de este estilo ya que con el Blast suma ya tres colecciones de relojes de espíritu vanguardista en su catálogo.
Hasta ahora Ulysse nos ofrecía los Executive y los Freak como colecciones con estética y arquitectura de vanguardia. Ahora los Blast se suman a ellos en una oferta de catálogo donde este tipo de reloj adquiere un protagonismo indudable. Vamos a analizar minuciosamente los nuevos Blast y sus diferencias con las otras dos colecciones.
Ulysse Nardin Blast – la caja
Empezamos como siempre por el apartado concerniente a la caja y es importante puntualizar de entrada que el Ulysse Nardin Blast se ofrecerá ya de inicio en cuatro opciones de material; titanio, cerámica blanca, cerámica negra y oro rosa. Es conveniente explicar de inicio esta variedad de materiales ya que afecta a todos los apartados del reloj.
La geometría básica de la caja del Blast puede calificarse de redonda, lo cual a priori es poco vanguardista. De hecho la primera impresión en una visión frontal del Ulysse Nardin Blast es que su caja es bastante convencional.
Esta geometría redonda la comparte el Blast con los Freak y con los Executive, pero una visión en detalle de sus diversas partes desvela rápidamente que calificarla de convencional sería un error. Estos detalles que ahora veremos, también son los que diferencian la caja del Blast de las cajas también redondas de las dos colecciones mencionadas.
Lo primero que llama poderosamente la atención son las asas, que están integradas en la parte superior de la carrura. Lo que más atrae la mirada es su original y complejo diseño, con tres planos unidos por ángulos muy marcados que dan lugar a una forma que no creo que tenga definición geométrica.
Además, en una demostración de dominio técnico, Ulysse Nardin alterna en este elemento el acabado pulido con el satinado, algo que tratándose de una única pieza no tiene nada de sencillo. Ello le confiere un indudable y auténtico aire de sofisticación.
Antes he especificado «parte superior» porque en contra de lo convencional en la mayoría de relojes, que es una carrura (parte central de la caja) en una sola pieza, parece que en el Blast se ha recurrido a una arquitectura de dos piezas.
Este es un esquema similar al de la caja de los Big Bang de Hublot y, al igual que en ellos, permite la utilización de distintos materiales en estas partes. En el caso concreto del Blast de oro rosa de la imagen, vemos que la parte central de la carrura es negra, que según comunica Ulysse es un tratamiento PVD, aunque no especifica sobre qué material se aplica. También apreciamos en la la cara derecha de esta parte central de la carrura una placa con la numeración individual de cada reloj, un detalle bastante común en los relojes Ulysse Nardin.
La imagen superior nos permite apreciar el detalle de la corona, que al igual que la parte superior de la carrura combina varios tipos de acabado. En este caso son tres las distintas terminaciones que vemos en la corona: satinado, pulido y arenado.
El bisel de las versiones Ceramic Black y Rose Gold están realizados en cerámica, mientras que los de las versiones Titanium Black y Ceramic White recurren al titanio.
El fuerte carácter que desprende el diseño de estos elementos, sumado a las imponentes dimensiones de 45 milímetros de diámetro de su caja, otorgan al Blast una indiscutible imagen de potencia. Como confirmaremos más adelante, el Blast comparte con el Executive Tourbillon una vocación poco disimulada de notoriedad y protagonismo estético.
El fondo de la caja del Ulysse Nardin Blast recurre al cristal de zafiro para otorgarle una total transparencia. Esto, que es algo habitual en la mayoría de relojes de alto nivel, en este caso el obligatorio ya que este Blast es un reloj esqueleto. En el anillo que sujeta el cristal y que lo une a la caja encontramos grabado el nombre de la marca, la referencia concreta de la versión del Blast y su hermeticidad de 50 metros. Como veremos a continuación, esta visión posterior también nos permite apreciar la funcionalidad del rectángulo y de las dos X.