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TEST – Urwerk UR-110

A principios de este 2011, Urwerk presentó su nuevo modelo UR-110. Ahora, casi un año después, esta atrevida creación ha sido premiada en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève con el premio al mejor diseño. Aprovechando esta ocasión, analizaremos a fondo este modelo.

Cuando nos encontramos delante de un reloj fabricado por Urwerk, su diseño resulta inconfundible. El ADN futurista de la marca está presente en cada una de sus partes, y el UR-110 no es una excepción. Pero esta vez tenemos ciertos elementos novedosos respecto al resto de modelos: un nuevo mecanismo horario basado en su ya típico sistema de satélites orbitales, y una nueva caja asimétrica.
En todos los modelos de la colección de Urwerk, tenemos la escala de los minutos situada en un arco horizontal en la parte inferior del dial, leyendo los minutos de derecha a izquierda. En cambio, en este modelo la escala la encontramos en la sección derecha en posición vertical, debiendo leer los minutos de arriba a abajo. El resultado es que para saber la hora sólo necesitamos tener a la vista la parte derecha del reloj. ¿Y qué ventajas tiene esto?. Pues que fácilmente podemos usar nuestro Urwerk con un simple vistazo a nuestra muñeca, sin tener que subir la manga de nuestro traje o camisa.

 

La caja, fabricada en titanio de grado 5, está rematada por un bisel de acero 316L., decorado con un suave cepillado concéntrico. Su rotundas medidas son 47 mm de ancho, 51 mm de alto y 16 mm de grosor, más contundentes, por ejemplo, que las del 202S: 46,6 mm x 43,5 mm x 15 mm. La parte derecha de la caja está sobredimensionada con un “voladizo” que sobresale, donde se sitúa la escala vertical de los minutos. Este diseño asimétrico creo que puede llegar a provocar molestias en el dorso de la mano, un efecto parecido al que a veces ocasiona el característico protector de corona de Panerai.
Seis tornillos fijan el abombado bisel a la carrura y al fondo de la caja. En su parte superior encontramos la bisagra del bisel. Justo encima tenemos la corona, cubierta por una especie de tapa que debe ser deslizada suavemente para poder cambiar la hora. Dicha corona es mucho más visible desde la trasera del UR-110.

El lateral de la carrura presenta un acertado diseño estriado o acanalado, tanto en la parte derecha como en la izquierda. El gran cristal panorámico de zafiro presenta una complicada forma geométrica con diez ángulos curvos, permitiendo disfrutar de una amplia visión del dial y de todo el complicado mecanismo horario del UR-110. Personalmente, la presencia masiva de metal entorno el cristal de zafiro no acaba de gustarme. Le da un aspecto tosco, inacabado. Por suerte, durante al feria de Basilea de este año, Urwerk sacó al mercado la versión fabricada con el ya conocido recubrimiento de AlTiN (nitruro de titanio y aluminio), dotando al UR-110 de un espectacular acabado negro mate. Este es, sin duda, mi favorito. Tiene un aspecto mucho más agradable respecto a la basta presencia de la versión de titanio y acero.

A través del cristal de zafiro podemos admirar, en el dial, la razón de ser de este reloj y su principal aspecto diferenciador del resto de modelos de la marca: el mecanismo horario basado en tres satélites marcadores en formación paralela. Cada satélite está formado por un indicador cúbico con un número horario diferente en cada una de sus caras.

Mediante un eje rotatorio central, se encaja en una jaula con un pequeño triángulo en la punta, que es el que finalmente señala el minuto correspondiente mientras avanza descendiendo por el arco graduado con índices cada minuto y dígitos cada 5 minutos (entre 0 y 60).

Desde el eje del movimiento se eleva una torre central que garantiza la estabilidad y el equilibrio de la complicación. Un carrusel de tres brazos acoplado a la torre hace girar los satélites horarios, montados cada uno en un engranaje planetario. Estos tres módulos realizan una contra-rotación constante, compensando el movimiento circular del carrusel central y logrando permanecer en posición horizontal en todo momento. Una buena y gráfica similitud sería el recorrido circular de las cabinas de una noria entorno a su eje.

 

En el dial de color acerado, además de la hora, encontramos tres indicadores agrupados a la izquierda del carrusel central:
  • Subdial indicador del ciclo día/noche.
  • Subdial de segundos.
  • Subdial indicador de cambio de aceite.
Este último es una especie de guía para saber cuándo debemos llevar nuestro reloj de nuevo a Urwerk para pasar una cara revisión.

El aspecto de los subdiales no me acaba de gustar. Incluso el resto del dial con su acabado arenado, lo encuentro un poco insustancial y desangelado comparado con el bello baile de los satélites horarios. Cabe decir que en el modelo AlTiN el dial es negro, logrando que los subdiales se vean más integrados en el diseño global del reloj, resultando un conjunto mucho más agradable visualmente hablando.

La parte trasera nos ofrece un bello espectáculo: situadas una encima de otra bajo la parte derecha del reloj, asoman dos pequeñas turbinas. Dichas turbinas están acopladas al rotor del calibre de carga automática UR 9,01 . Reguladas por la dinámica de fluidos, su misión es prevenir daños al actuar como reductoras de impacto, suavizando los movimientos bruscos del rotor.

 

Dicho calibre late a 28.800 alternancias por hora (4 Hz). Su reserva de marcha es de 39 horas. Cualquier cifra por debajo de 48 horas (2 días) la considero insuficiente. Evidentemente, este calibre queda bastante lejos de estos mínimos aceptables.
En la zona superior encontramos, ahora sí, la corona de generosas dimensiones protegida por una tapa deslizante. El diseño asimétrico de la trasera, junto a sus abundantes protuberancias, no parecen ayudar al UR-110 a ser un reloj con una buena ergonomía. Un detalle que mejoraría a este modelo sería que el diseño de la parte inferior del reloj no fuera tan recto, sino que bajara un poco en las zonas más cercana a las asas para acoplarse mejor a la muñeca.
Además, la correa de aligator negra podría ser substituida por otra de un material más técnico, en consonancia con el espíritu del UR-110.

 

Personalmente, el sistema de satélites horarios de Urwerk me fascina, especialmente los cabezales con agujas retráctiles del UR-202. Este nuevo mecanismo no se queda atrás, aunque el diseño de la caja y del dial no me acaba de convencer. Y francamente, la comodidad de uso no parece ser uno de sus puntos fuertes.
En su saldo positivo, además de lo antes dicho, tenemos una buena legibilidad, y un sistema de turbinas espectacular. La versión con recubrimiento de AlTiN mejora mucho el aspecto visual del reloj respecto al modelo en titanio y acero.

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