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Vanguardia y alta relojería. Muchos de vosotros coincidiréis conmigo cuando afirmo que, la combinación de estos dos términos, encuentran pocos puntos en los que interseccionen de manera más apropiada que en el concepto de Felix Baumgartner y Martin Frei convertido en empresa: URWERK.

Son escasos los contemporáneos de esta marca independiente ginebrina los que comparten este tipo de concepto y entre ellos, quizás como máximo exponente, encontramos a Maximilian Büsser y su MB&F. Zeit Devices y Horological Machines están destinados a competir por un mismo segmento de mercado, pero también lo están a complementarse, tal y como hace pocos meses nos demostraron uniéndose para constituir la plataforma experimental a la que llamaron C3H5N3O9, dando un nuevo significado a lo que, hasta entonces, se identificaba únicamente con la formula química de la nitroglicerina y dando luz a lo que, esperamos, sea la primera de sus creaciones: el Experiment ZR012.

Pero vayamos al verdadero objetivo de este artículo, y es que con el nuevo UR-1001, URWERK traslada su concepto vanguardista a un objeto que, por motivos obvios, ha caído prácticamente en desuso: el reloj de bolsillo. Ciertamente es extraño que una de las marcas más conceptuales e incluso calificables como “futuristas” del panorama actual, despliegue toda su técnica y modernidad en uno de los objetos más tradicionales que forma parte de los albores de la relojería mecánica. El primer reloj de bolsillo de URWERK rompe moldes en muchos aspectos para dejar a un lado el clasicismo y la sobriedad implícitas a este tipo de pieza.

Los propios creadores del UR-1001 le identifican como heredero de pretéritos instrumentos de medición del tiempo que han marcado importantes hitos en la historia durante milenios. Para ello nos proponen un viaje que se inicia hace más de seis mil años, en la ciudad sumérica de Ur y las sombras proyectadas por sus obeliscos, revelando la trayectoria del astro rey y a los que muchos atribuyen los orígenes de la medición del paso del tiempo. Precisamente en el nombre de esta ciudad, Ur, combinada con la palabra germana “werk” (máquina), encontramos el origen de la manufactura URWERK, cuyo significado bien se puede traducir como “máquina de Ur”. Baumgartner y Frey nos invitan a continuar el viaje haciendo referencia al mecanismo de Anticitera, usado en la Grecia antigua para calcular las posiciones celestiales del Sol, la Luna y los planetas. El trayecto finaliza en el siglo dieciocho, con el cronómetro marino diseñado por John Harrison y conocido con el nombre de H4.

El UR-1001 pretende alterar las habituales escalas de medición de tiempo de los guardatiempos actuales. Debido al carácter acelerado de nuestras vidas, solemos interpretar el tiempo como algo fugaz, efímero, y así se refleja esta percepción en nuestros relojes que, generalmente, se limitan a reflejar lapsos de tiempo relativamente cortos como son las horas, los minutos y los segundos. Otros, los que se aventuran a un futuro más lejano, indican el paso de los días, meses, años e incluso los años bisiestos.

Desde el efímero paso de un segundo hasta la medición de una era completa constituyen el amplio abanico de lapsos de tiempo que alberga el dial del UR-1001.

Las complicaciones al detalle

Las complicaciones implementadas por el UR-1001, traducidas en otras tantas indicaciones, podemos encontrarlas distribuidas entre la cara frontal del guardatiempos, lo que habitualmente definimos como dial, y su parte posterior, aquella que queda en contacto directo con nuestra muñeca. Analicemos en primer lugar las indicaciones que alberga el dial.

Satélite horario y minutos retrógrados

El satélite horario típico de la manufactura ginebrina tiene, en esta ocasión, un diseño que se puede definir como “volante”. El carrusel que alberga al satélite formado por tres brazos carece de puente superior y tan sólo está soportado a la pletina por su parte inferior. Esta arquitectura permite una observación diáfana de las complicaciones desarrolladas para estas indicaciones.

Cada uno de los tres brazos que integran el satélite horario tiene cuatro lados y, en cada uno de ellos, encontramos los distintos numerales correspondientes a las 12 horas del siguiente modo: el primer brazo, el situado a la izquierda de la imagen, incorpora los dígitos 1, 4, 7 y 10. El segundo, parte inferior derecha de la imagen, incorpora los correspondientes a 2, 5, 8 y 11. Por último, el tercero de los brazos porta los numerales 3, 6, 9 y 12. Estos tres brazos realizan dos tipos de giro. El primero de ellos se puede asimilar a un movimiento de traslación, en sentido horario, alrededor del centro del satélite. El segundo, de rotación sobre sí mismos, está destinado a alternar entre los distintos dígitos que porta en función de la hora que se deba indicar.

La aguja indicadora de los minutos retrógrados está unida al satélite por un mecanismo que permite que, al llegar cualquiera de los brazos al final de su recorrido (60 en la escala inferior de los minutos), salte de manera instantánea hasta la posición inicial para empezar a acompañar al siguiente brazo en su recorrido.

Si observamos la imagen anterior, es fácilmente descifrable que el reloj está indicando las 8:15. El brazo portador del número 8 avanzará de manera solidaria con la aguja de los minutos hasta el final de la escala de estos últimos. En el momento en que se alcance este punto, el brazo ubicado a la derecha (con el 6 visible en su cara superior) se encontrará justo a la altura del 0 de la escala de minutos. En este momento y de manera simultánea, este brazo rotará sobre sí mismo en una posición para mostrar el número 9 y la minutera se desplazará hasta su posición inicial. Ambos elementos iniciarán su recorrido de manera conjunta hasta alcanzar el siguiente cambio de hora.

Indicadores de reserva de marcha y día/noche

En la zona superior derecha del dial, aquella que identificaríamos como a la altura de las 2 en una configuración convencional, se ubica el indicador de reserva de marcha del reloj. esta reserva de marcha, conseguida por un único barrilete, es de 39 horas e incorpora una zona “roja” que es la responsable de indicar al usuario cuando debe remontar el reloj. Aunque a priori una reserva de marcha de 39 horas pueda parecer escasa, nada más lejos de la realidad. El sistema de indicaciones desarrollado por URWERK requiere de un gran consumo de energía frente a los requerimientos que presentaría una indicación convencional por agujas.

En la zona izquierda, a la hipotética altura de las 9, nos encontramos con el indicador día/noche del reloj. Este indicador está constituido por un disco rotatorio con distintos acabados en función de la indicación que debe mostrar. Para la zona que representa el lapso de tiempo nocturno se ha aplicado un tratamiento en Super-LumiNova en color negro, rutenio blanco en acabado cepillado para la zona correspondiente al día y una mezcla de ambos para las transiciones correspondientes al anochecer y amanecer. El disco de este indicador está sincronizado con el mecanismo del calendario, de este modo, se sitúa en su posición correcta al configurar este último.

Calendario por satélite giratorio

Técnica y gráficamente, se trata de una complicación de calendario ciertamente original y diseñada en su totalidad por URWERK. Visualmente se puede considerar como un hermano del satélite de las horas, sustituyendo las horas de los brazos por los meses y la escala minutera por la correspondiente a la fecha. El principio y modo de funcionamiento es exactamente idéntico excepto en dos aspectos. En primer lugar la aguja retrógrada indicadora de los minutos se elimina y, en su lugar, encontramos tres agujas, una en cada uno de los brazos y que avanza de manera solidaria con cada uno ellos. la segunda diferencia supone una complicación adicional al satélite horario consistente en que el arco recorrido por cada uno de los brazos se modifica en función de los días (30 ó 31) que tiene el mes en curso.

Según desvela el propio Baumgartner, al final de los meses con 30 días (abril, junio, septiembre y noviembre) el satélite avanza de manera automática dos posiciones, de manera que el brazo siguiente se ubique en la posición correspondiente al primer día del mes.

Al especificar únicamente la transición correspondiente a los meses de 30 y 31 días, me aventuro a decir que se trata de un calendario anual, es decir, que tan sólo precisará de corrección manual en el mes de febrero.

Indicación de los segundos

A simple vista y sin fijarnos con detalle en el dial del UR-1001 hubiéramos podido dar por concluidas las indicaciones del dial. Hubiéramos obviado una, la correspondiente al segundero que podemos encontrar albergada justo a la derecha del satélite del calendario, entre el arco descrito por sus brazos y la escala que contiene los días del mes.

También esta indicación se implementa de forma original a través de tres agujas y una escala de 3×20 segundos en un arco de 120º. Ayudándonos de la imagen podréis observar como el arco interior de la escala abarca hasta los 20 segundos, el intermedio de los 21 a los 40 y, para finalizar, el exterior comprende el intervalo entre los 41 y los 60 segundos.

Vistas, ahora sí, todas las indicaciones de la zona del dial, pasemos a la parte trasera del reloj y sus ciertamente poco comunes indicaciones.

Indicador de “cambio de aceite”

No, no estamos hablando de un coche. Como la mayoría de vosotros ya sabréis, muchos de los componentes de un calibre precisan de aceites lubricantes para su correcto funcionamiento y, al igual que si de un vehículo se tratara, éstos precisan ser sustituidos cada cierto tiempo. Este indicador se ocupa de informar al propietario del reloj de cuando se precisa esta revisión. La aguja que incorpora este indicador sobre una escala circular se mueve por dos zonas. La primera es la que corresponde a los años comprendidos entre el primero y el tercero. Este sector se representa en color blanco indicando que todavía no se ha alcanzado el momento de la revisión. La segunda zona en color rojo, a partir del tercer año y hasta el quinto, alerta de la necesidad de pasar por las manos de los relojero de URWERK para la puesta a punto. Este indicador se devuelve a su posición de cero cuando el guardatiempos es inspeccionado.

Indicador de 100 años.

Ubicado en la zona superior derecha, por encima del indicador comentado anteriormente y representado también por una escala circular e indicación por aguja, su función se podría comparar a la del odómetro de un vehículo. Avanzando a intervalos de 5 años, uno por cada vuelta completa del anterior indicador, nos informa del tiempo de funcionamiento del “motor” del UR-1001.

Indicador de 1.000 años.

A la izquierda de la trasera del reloj y representado por una escala lineal, por cada vuelta completa de 100 años, este indicador avanza en un desplazamiento prácticamente imperceptible e insignificante respecto de la duración de nuestras vidas, hacia la totalización de un milenio. Sin lugar a dudas un “lapso” de tiempo nunca antes representado en un guardatiempos.

La caja

La caja del UR-1001 está manufacturada partiendo de un único bloque de acero revestido, en su acabado final, por una capa de AlTin (Aluminium Titanium Nitride). El AlTin es un tratamiento superficial industrial desarrollado originalmente para reducir el desgaste de las máquinas-herramienta de corte en la fabricación de componentes. Las dimensiones son de 106 x 62 x 23 mm, con cristal de zafiro antireflejos por ambos lados y una estanqueidad de 3 bar (30 metros).

Para completar el conjunto el guardatiempos se entrega con un habitáculo que hace las veces de watch-winder. El UR-1001 se alberga de manera vertical y completamente adaptada al continente. Cada 10 ó 15 minutos – el intervalo es ajustable en función de si el reloj requiere un remonte rápido o mantenido – el reloj rota un ángulo de 185º para posteriormente volver lentamente a la posición vertical de reposo. De esta manera la masa oscilante se mueve lo suficiente para cargar el muelle del barrilete. Obviamente, el hecho de guardar el UR-1001 en este recipiente durante los períodos en los que no se usa, evita que el calibre se detenga minimizando la necesidad de resetear y sincronizar las funciones del calendario.

Coincidiréis conmigo en que el UR-1001 representa una verdadera pieza de coleccionista y, como sus creadores así la han considerado, la producción de esta pieza se limitará a un total de 8 unidades.

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Ingeniero Técnico Industrial, de formación electrónica con pasión por la micro-mecánica. Co-fundador y editor de Watch-Test. En mi trabajo y en la vida tengo una máxima: Las cosas hay que explicarlas de manera que se entiendan. De lo contrario, el esfuerzo es en vano.

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