Las creaciones de Martin Frei y Felix Baumgartner tienen la virtud de poseer una imagen única e inconfundible que, para bien o para mal, a nadie deja indiferente. Su genial e icónico sistema de indicación mediante un carrusel satelital está presente en todos los modelos de la marca (excepto en el UR-CC1). Ahora, dentro de la colección 200, Urwerk nos presenta el UR-210, un reloj que permite un nivel de interacción con su dueño nunca visto hasta ahora.
Pero vayamos con las novedades. La esfera del UR-210 destaca por su tradicional reserva de marcha situada a la una. Otra indicación similar encontramos a las once horas, en lo que parece un reflejo del primero: una sola aguja en una escala curva que oscila entre una zona verde y otra roja. Pero no, se trata de algo más importante, una complicación única que indica la eficacia de carga durante las últimas dos horas: el «Winding Efficiency Indicator».
¿Qué información podemos extraer de este indicador?. Cuando nuestra actividad física ha sido escasa durante esas dos horas, el indicador se acercará a la zona roja para avisarnos de que el rotor automático no está cargando lo suficiente el UR-210 y que el reloj está funcionando con las reservas de energía. Por el contrario, cuando nos estamos moviendo enérgicamente, ya sea en nuestra actividad diaria, trabajando o simplemente caminando, el indicador apuntará a la zona verde, una señal de que estamos generando energía más rápidamente de la que consumimos. Este indicador totalmente novedoso no mide el par del muelle, sino que calcula la diferencia entre la energía consumida y la energía generada en el muelle.
Una vez disponemos de la doble información, la eficacia de carga y la reserva de marcha disponible, el UR-210 nos permite actuar. Si indica una reserva insuficiente de energía, podemos situar el selector de eficacia de carga (en la parte posterior del reloj) en la posición “FULL” (“lleno”). En ese caso, el rotor convertirá el menor movimiento en energía almacenada. En esta configuración, una turbina conectada al rotor ofrece un flujo constante y fluido de energía. Pero si estamos más activos, esta posición podría aportar más energía de la necesaria y desgastar innecesariamente el mecanismo. En ese caso, lo adecuado sería colocar el selector de eficacia de carga en “REDUCED” (“reducido”) para activar el sistema de amortiguado del rotor. Un compresor de turbina montado en un rubí gira y crea resistencia interna – la suficiente fricción como para ralentizar o amortiguar el rotor de carga automática. En la modalidad de “STOP”, el sistema de carga automática queda completamente deshabilitado y el UR-210 sigue funcionando gracias a la energía de reserva.
Este sistema ya había sido utilizado por Urwerk en el UR-110, y más recientemente, en el UR-202, aunque implementaba dos turbinas en vez de una.
Retomando el lado de la esfera, este UR-210 nos deleita con una nueva complicación añadida a su característico sistema satelital: los minutos retrógrados, ya ensayada en el recientemente presentado UR-1001, y ampliamente superada en este modelo. Para ello, el sistema de tres ejes ha sido completamente rediseñado. El elemento más destacado es la sobredimensionada aguja de minutos retrógrados tridimensional. Su función consiste en albergar el satélite horario e indicar la hora mientras atraviesa la escala de minutos de 0 a 60. Este viaje a través del tiempo de una hora de duración, trazando un arco de 120°, resulta fluido e ininterrumpido. Pero la verdadera naturaleza de esta pieza se desvela al final del minuto 59. En ese momento, un “clic” muy marcado señala el regreso de la aguja minutera al punto de partida, mientras el satélite horario sigue su rotación. En menos de 0,1 segundo, la aguja vuela de regreso para acoplarse con el siguiente satélite horario.
Este sistema retrógrado ultrarrápido se basa en tres elementos clave:
- Una aguja minutera, que también forma un marco para los satélites horarios, muestra la hora de forma extraordinaria. Hecha de aluminio pulido, la estructura tiene un peso total de tan solo 0,302g e incluye una pesa de latón que hace de contrapeso. Esta jaula tridimensional ofrece rigidez al tiempo que transfiere energía del muelle cilíndrico “flyback” en la parte superior central del carrusel al engranaje de doble estrella situado por debajo.
- Un eje central montado sobre rubíes que aporta una excelente estabilidad a la complicación satelital/retrógrada, con un muelle cilíndrico vertical a su alrededor que genera la tensión óptima necesaria para el retorno de la aguja retrógrada.
- Una doble leva coaxial en forma de estrella regula el mecanismo retrógrado mediante su engranaje. Su rotación define la trayectoria de la aguja minutera. Cuando ésta alcanza el minuto 60, la doble estrella suelta uno de los tres muelles en forma de palo de hockey situados bajo el mecanismo, que a su vez libera la aguja minutera para que vuele al siguiente satélite horario en la posición del minuto 0.
El conjunto resultante me resulta fascinante. Siempre me han seducido las complicaciones retrógradas, ya sean Me encantan esa angulosidad que ha ganado respecto el UR-202, obteniendo un look más técnico y moderno, así como un mayor equilibrio visual. Las medidas son extremadamente contundentes, coronándose como el modelo de simetría vertical más voluminoso de la marca: 53,6 mm de alto, 43,8 mm de ancho. Sólo el UR-110, el único Urwerk con una anchura superior a la altura, lo supera en un 2%, aunque con un grosor de 16 mm, frente a los 17,8 del UR-210.
Fabricado en titanio y acero (predominando el primero), esta versión inicial del UR-210 debería complementarse con otras futuras que ofrezcan diferentes acabados, como el UR-202 con recubrimiento de TiAlN que le otorga un negro mate impecable, configurando, hasta ahora, mi modelo favorito de Urwerk. La marca no hace referencia al término «edición limitada» para describirlo, por lo que considero que se trata de un modelo de producción regular dentro de la colección.
No obstante, también observo algunos aspectos negativos, como por ejemplo, su muy escasa hermeticidad para ser un reloj con un diseño tan marcadamente extremo: 30 metros (3 Atm) que nos deberían alejar de cualquier intento de lucirlo en un día de playa y mar.