Sin lugar a dudas, Urwerk es una de las firmas más espectaculares del panorama relojero mundial gracias a su original enfoque de cómo expresar el paso del tiempo. Basado en una visión futurista de la relojería, su potente diseño unido a su ya icónico sistema satelital para indicar horas y minutos ha sacudido las mentes más tradicionalistas, ganándose el respeto de los coleccionistas y aficionados. Nacida hace 22 años, la firma creada por el relojero Felix Baumgartner y el artista y diseñador Martin Frei nos presenta su última creación, el UR-100 SpaceTime, un reloj que monitoriza el viaje que realizan conjuntamente la Tierra y el hombre a través del espacio y el tiempo.
Tres discos que contienen las horas están montados en un soporte central, indicando los minutos sobre el arco que contiene la escala de minutos mediante sus puntas rojas en forma de flecha. A medida que cada hora pasa la marca de los 60 minutos, otro satélite ocupa su posición mostrando la siguiente hora. Hasta aquí nada nuevo. La novedad del UR-100 SpaceTime es que agrega dos indicaciones: la distancia recorrida en el ecuador terrestre en 20 minutos, y la revolución de la Tierra alrededor del sol en 20 minutos. Para ello sólo añade dos escalas a las 10 y 2 horas para aprovechar el trayecto circular de los dos discos que en un momento dado no intervienen en la señalización horaria.
Martin Frei: “Opino que un reloj presenta siempre una dimensión filosófica. Es la plasmación a la vez física y abstracta de nuestra situación de terrícolas. La esfera viene a ser un ecuador en perpetua e inmutable rotación”.
Cuando supera el minuto 60, la aguja de los minutos de un satélite horario desaparece para convertirse en contador de kilómetros, transcribiendo de este modo el viaje que efectúa en veinte minutos, sin moverse, cada habitante del planeta Tierra: 555 kilómetros, que equivalen a la velocidad media de la rotación de la Tierra medida en el ecuador. En el lado opuesto encontramos otra escala que muestra un dato aún más impresionante: la distancia recorrida por la Tierra cada veinte minutos en su órbita alrededor del sol, exactamente 35.740 kilómetros, una medición nos viene a recordar nuestra condición de nómadas interestelares. Como vemos, las horas, minutos y kilómetros comparten un mismo plano y un mismo rango. De ahí el apodo de esta nueva línea: UR-100 SpaceTime.
Aquí os dejamos el espectacular vídeo producido por Urwerk sobre el UR-100 SpaceTime:
Felix Baumgartner: “Tiempo, revolución y rotaciones terrestres. Nos movemos en un universo que rigen tres ejes, esos tres datos que procuramos en vano dominar y cuantificar, los de nuestro llamado espacio-tiempo”.
El UR-100 es la creación de Urwerk más «ponible» gracias a una caja octogonal de moderadas dimensiones respecto a las habituales XXL de la marca: 41 mm de ancho, 49,70 mm de alto y un grosor de 14 mm. Se fabrica en dos versiones de titanio y acero, o titanio y acero con recubrimiento PVD negro. Sobre su plana superficie se dispone el abovedado cristal de zafiro cuya fuerte curvatura permite acoger el voluminoso sistema satelital.
El rotor bidireccional circular perforado que regula una hélice perfilada, cuya función es la de minimizar los golpes en el rodamiento del rotor y reducir su desgaste. Latiendo a 28.800 alternancias por hora, dispone de una reserva de marcha de 48 horas.
Ambas versiones del UR-100 son ediciones limitadas a únicamente 25 piezas. Se entregan con una correa de tela técnica negra (modelo en PVD) o con una correa de piel de cocodrilo negra con hebilla (modelo en totanio cepillado). El precio es de 48.000 CHF (antes de impuestos), lo que lo convierte en el Urwerk más «accesible», relativamente hablando, por supuesto.
En definitiva, el Urwerk UR-100 SpaceTime es un reloj filosófico cuyas indicaciones adicionales, a pesar de expresar unas medidas tan físicas como los kilómetros, son tan poéticas como una fase lunar. La utilidad de ambas es absolutamente nula, pero ahí está la gracia, una invitación a soñar que coincide bastante bien con el universo futurista de Urwerk, una firma que nunca ha pretendido ser otra cosa que salvajemente creativa e intrépidamente aventurera. Personalmente me parece un reloj absolutamente precioso, un acierto total por parte de Urwerk que reduce la carga de aparatosidad inherente a su ADN para amoldarse a unas formas y un tamaño más «humanos».