Urwerk presenta el UR-210 Royal Hawk, su satélite más diabólico
El Urwerk UR-210 Royal Hawk es la novedad que la firma de Baumgartner y Frei ha presentado en el SIHH 2018. Esta versión del UR-210 adopta una caja de platino recubierta en negro para proteger su mecanismo satelital y lo remata combinándola con el rojo de las indicaciones.
Con unos diseños y mecánicas bastante alejadas de la relojería clásica, las creaciones de Urwerk resultan inconfundibles incluso a varios metros de distancia. La firma creada en 1997 por Felix Baumgartner y Martin Frei tiene la complicación satelital como santo y seña, envolviéndola con una estética tan futurista que sus relojes parecen instrumentos teletransportados a través del espacio-tiempo desde la nave Enterprise de Star Trek. Pueden gustar o no, pero lo que resulta indudable es que los Urwerk no dejan a nadie indiferente. Bajo estas mismas premisas, Urwerk nos ha presentado durante el pasado SIHH el nuevo UR-210 Royal Hawk, una nueva versión de uno de sus modelos más reconocidos junto al UR-105, que tiene como característica su caja de platino recubierta con DLC negro y múltiples detalles en rojo, una combinación visualmente muy contundente que confiere al UR-210 un look aún más agresivo y extremo. El conjunto resultante es realmente fascinante por su poderoso y magnético diseño. Que siempre me hayan seducido las complicaciones retrógradas también ayuda a ello.
Fabricado en platino y titanio con acabado en DLC negro mate, el UR-210 Royal Hawk tiene un peso y medidas extremadamente contundentes, coronándose como el modelo con simetría vertical más voluminoso de la marca: 53,6 mm de alto por 43,8 mm de ancho. Sólo el UR-110 (el único Urwerk con una anchura superior a la altura) lo supera en un 2%, aunque con un grosor de 16 mm, frente a los 17,8 del UR-210.
Coronada por el habitual cristal de zafiro hexagonal, la caja muestra un novedoso relieve concéntrico que parece fruto de la reacción la fuerza de los minutos retrógrados, desarrollando una serie de ondas de choque regulares que irradian desde la esfera. «Hemos añadido una dimensión táctil adicional a un reloj 3D«, explica Martin Frei, co-fundador y diseñador de URWERK. «Las rotaciones de las horas de los satélites se replican en el metal de la caja, como si hubiéramos creado una onda de choque lo suficientemente potente como para desplazar la materia y doblar el platino. Los profundos arcos fruncidos también acentúan el diseño hexagonal de la caja«.
Ya en la esfera, los tres satélites cúbicos de aluminio están unidos al carrusel central de titanio, y albergan cada uno de ellos cuatro horas que se van mostrando sucesivamente gracias a su rotación. Tan destacada como ellos es la sobredimensionada aguja tridimensional de minutos retrógrados. Su función consiste en albergar el satélite horario e indicar la hora mientras recorre el arco de 120º de la escala de minutos mediante un movimiento fluido e ininterrumpido. Pero la verdadera naturaleza de esta pieza se desvela al final del minuto 59. En ese momento, un “clic” muy marcado señala el regreso de la aguja minutera al punto de partida, mientras el satélite horario sigue su rotación. En menos de una décima de segundo, la aguja vuela de regreso para acoplarse con el siguiente satélite horario.
- Una aguja minutera que forma un marco para transportar los satélites horarios. Fabricada en aluminio pulido, la estructura tiene un peso total de tan solo 0,302g e incluye un contrapeso de latón. Esta jaula tridimensional ofrece rigidez al tiempo que transfiere energía del muelle cilíndrico “flyback” en la parte superior central del carrusel al engranaje de doble estrella situado por debajo.
- Un eje central montado sobre rubíes que aporta una excelente estabilidad a la complicación satelital/retrógrada, con un muelle cilíndrico vertical a su alrededor que genera la tensión óptima necesaria para el retorno de la aguja retrógrada.
- Una doble leva coaxial en forma de estrella regula el mecanismo retrógrado mediante su engranaje. Su rotación define la trayectoria de la aguja minutera. Cuando ésta alcanza el minuto 60, la doble estrella suelta uno de los tres muelles en forma de palo de hockey situados bajo el mecanismo, que a su vez libera la aguja minutera para que vuele al siguiente satélite horario en la posición del minuto 0.
La esfera del UR-210 destaca por su tradicional reserva de marcha situada a la una. Otra indicación similar encontramos a las once horas, en lo que parece un reflejo del primero: una sola aguja en una escala curva que oscila entre una zona verde y otra roja. Es el Winding Efficiency Indicator, una complicación que indica la eficacia de carga durante las últimas dos horas: el Winding Efficiency Indicator.
¿Qué información podemos extraer de este indicador?. Cuando nuestra actividad física ha sido escasa durante esas dos horas, el indicador se acercará a la zona roja para avisarnos de que el rotor automático no está cargando lo suficiente el UR-210, y que el reloj está funcionando con las reservas de energía. Por el contrario, cuando nos estamos moviendo enérgicamente, ya sea en nuestra actividad diaria, trabajando o simplemente caminando, el indicador apuntará a la zona verde, una señal de que estamos generando energía más rápidamente de la que consumimos. Este indicador no mide el par del muelle, sino que calcula la diferencia entre la energía consumida y la energía que recibe el muelle del barrilete.
Una vez disponemos de la doble información, la eficacia de carga y la reserva de marcha disponible, el UR-210 nos permite actuar. Si indica una reserva insuficiente de energía podemos situar el selector de eficacia de carga (en la parte posterior del reloj) en la posición FULL, donde el rotor convertirá el menor movimiento en energía almacenada. La turbina conectada al rotor ofrece un flujo constante y fluido de energía. Pero si estamos más activos, esta posición podría aportar más energía de la necesaria y desgastar el mecanismo innecesariamente. En ese caso, lo adecuado sería colocar el selector de eficacia de carga en la posición REDUCED para activar el sistema de amortiguado del rotor. Para ello, un compresor de turbina montado en un rubí gira y crea la suficiente fricción como para ralentizar o amortiguar el rotor de carga automática. En la modalidad STOP el sistema de carga automática queda completamente deshabilitado, y el UR-210 se convierte en un reloj de carga manual.
También he de destacar algunos aspectos negativos, como por ejemplo, su escasa hermeticidad para ser un reloj con un diseño tan marcadamente extremo: 30 metros (3 Atm) que nos deberían alejar de cualquier intento de lucirlo en un día de playa y mar.
Su reserva de marcha de 39 horas es otro de sus talones de Aquiles. Podemos interactuar con el reloj gracias al indicador de eficiencia de carga y a la regulación de dicha carga mediante el selector del sistema de turbina de su mecanismo, pero toda esta tecnología no nos permite ni acercarnos a los dos días sin la necesidad de cargar el reloj. Esta escasa reserva de marcha viene muy condicionada por el enorme gasto de energía que supone todo el sistema de satélites utilizado por Urwerk. La complicación de minutos retrógrados, que implica que cada hora podemos admirar el salto instantáneo de la jaula indicadora, no hace sino acentuar el consumo. De todos modos, no creo que a los posibles compradores les preocupe mucho estos “detalles”, y en el imposible caso de que pudiera acceder a su compra, a mí tampoco.
Esta edición limitada a 25 unidades tiene un precio de 155.000 CHF, tasas no incluidas. Más información: Urwerk.com.