Es más que probable que el espectacular Traditionnelle Twin Beat Perpetual Calendar que nos presenta Vacheron Constantin en este SIHH 2019 sea la gran estrella del salón, por lo menos desde el punto de vista de innovación mecánica relojera. Realizo esta afirmación en modo condicional debido a que, gracias a la confianza de Vacheron adelantando la información, he redactado este artículo cuatro días antes de la apertura del salón. Por tanto desconozco lo que presentarán las demás marcas.
Resulta sorprendente que cuando todos dábamos prácticamente por finalizada la búsqueda de nuevas complicaciones relojeras, Vacheron Constantin ha encontrado una de carácter mayor. Con el término «carácter mayor» me refiero a una complicación inédita, que no representa una evolución de otra ya existente. Así, efectivamente, este nuevo Traditionnelle Twin Beat Perpetual Calendar presenta por primera vez un mecanismo capaz de funcionar con dos frecuencias de oscilación distintas. La primera pregunta que nos viene a la mente es inevitable; ¿Cuál es la utilidad de todo esto?. La segunda sería ¿cuál es el nombre de esta nueva complicación?, pero vamos por partes.
Traditionnelle Twin Beat Perpetual Calendar – el movimiento
Dado lo poco convencional de este reloj, realizaremos el análisis en el orden inverso al habitual. Así, empezaremos por el mecanismo, que además de ser el gran protagonista, es el que condiciona y da lógica al resto de elementos del Traditionnelle Twin Beat Perpetual Calendar.
Obviamente se trata de un movimiento totalmente nuevo y desarrollado partiendo de cero; el calibre 3610. Su sistema de carga es manual y ofrece las complicaciones de Calendario Perpetuo y «Doble Frecuencia» que es como me atrevo a bautizar esta nueva complicación.
Calibre Vacheron Constantin 3610
Al igual que en casos como el del Tourbillon, la doble frecuencia no ofrece ninguna indicación adicional ligada a ella. Se trata de una complicación cuya finalidad es optimizar alguna de las características técnicas inherentes a un reloj mecánico. Si la influencia del Tourbillon la encontramos en el incremento de la precisión del reloj, la doble frecuencia de este Vacheron incide de forma espectacular en su reserva de marcha.
Hasta ahora, los principales avances realizados por todas las marcas para incrementar la reserva de marcha de un reloj siempre han ido en el mismo sentido; incrementar el número y/o el tamaño de los barriletes que albergan el/los muelles motores. Este sistema siempre implica el peaje a pagar de un incremento importante del tamaño del reloj ya que debe albergar más componentes (barriletes) de los habituales.
La solución de Vacheron Constantin va en otro sentido totalmente distinto. Dado que la reserva de marcha de un reloj está directamente ligada a la frecuencia de oscilación de su movimiento, se incide en dicha frecuencia para optimizar la energía. De hecho este principio es aplicable a cualquier ingenio mecánico incluido uno que nos es muy conocido; la automoción: a mayor velocidad (mas revoluciones o más potencia) mayor consumo.
Si la frecuencia de oscilación más habitual es de 28.800 alternancias por hora, disminuyendo esta frecuencia aumentaremos en proporción la reserva de marcha del movimiento. Esta sería la solución simple y de hecho, por este motivo, una parte importante de las grandes complicaciones actúan a 21.600 alternancias por hora. El problema, o reto autoimpuesto, es que por este sistema la ganancia de reserva no se puede calificar de espectacular, que es lo que pretende Vacheron Constantin. Se podría llegar a reducir la frecuencia de oscilación del volante a valores ínfimos pero entonces se vería inevitablemente afectada la precisión y muy especialmente la exactitud del reloj.
Calibre 3610 – anverso y reverso
La solución que ofrece Vacheron Constantin con su calibre 3610 es muy distinta y muy compleja. Se trata de un movimiento que opera con dos órganos reguladores distintos, dos trenes de engranaje y un solo barrilete, aunque de gran tamaño.
Hasta ahora habíamos visto muchos relojes con más de un barrilete, algunos con dos trenes de engranajes (Duomètre de Jaeger-LeCoultre), pero ninguno con dos órganos reguladores. Bueno, de hecho esta última afirmación no es cierta si tenemos en cuenta el F.P. Journe Chronomètre à Résonance, pero la finalidad de los dos órganos reguladores de este reloj es totalmente distinta.
Los dos volantes del calibre 3610 están diseñados para operar a frecuencias que podemos denominar como de extremadamente opuestas. Tal y como apreciamos en la siguiente imagen, en el grabado de los puentes que sujetan cada volante se indica su frecuencia de oscilación: 5 Hz y 1.2 Hz. Dicho en otra unidad más explícita: 36.000 y 8.640 alternancias por hora. La primera la encontramos en los calibres mas «rápidos» de producción regular, cuyo ejemplo más significativo es el célebre calibre El Primero de Zenith. La segunda es tan baja que casi se podría calificar como de estado de hibernación; no la había visto nunca y dudo que se haya aplicado jamás a un movimiento de reloj. Vacheron define ambas frecuencias de funcionamiento como modo Activo y modo de Espera.
La finalidad de todo ello poder operar y alternar a voluntad con las dos frecuencias. Simplemente presionando el pulsador que encontramos a la izquierda de la caja del reloj, decidimos la frecuencia con la que queremos operar. Según Vacheron, lo lógico es funcionar a 36.000 en periodos de actividad y bajarlo a 8.640 cuando está en reposo. La reserva de marcha que ofrecen ambas alternativas también es muy distinta: 4 y 65 días respectivamente. Siendo ya 4 días una gran reserva de marcha, 65 días es realmente un incremento abismal. La reserva de marcha «real» dependerá lógicamente de cuánto tiempo tengamos el reloj en una frecuencia o en otra.
Para explicar la conexión mecánica entre el barrilete, los dos trenes de engranajes y los dos órganos reguladores, lo mejor es citar textualmente el comunicado técnico que nos facilita Vacheron Constantin:
«Como el Calibre 3610 tiene dos volantes reguladores y solo uno de ellos puede oscilar en un momento determinado, las agujas de horas y minutos tienen que extraer información variable de dos trenes de engranaje para dar una indicación de tiempo. Esto se logra a través de un diferencial de engranaje que hace posible que las agujas lean más de una fuente de datos cronométricos»
En el barrilete se ha montado un segundo diferencial, con la doble finalidad de cargar el muelle real y también de reducir el par de torsión del muelle real que se transmite al volante regulador del modo Espera (que cuenta con una delicada espiral en el volante oscilante creada especialmente para el volante regulador de baja frecuencia). Por último, otros dos diferenciales trasladan la reserva de marcha a la subesfera que indica la carga restante que queda en el muelle real»
Tengo que admitir que esta impresionante invención me deja algunas dudas. La primera es la precisión que es capaz de mantener un reloj funcionando a tan solo 1.2 Hz. Según Vacheron Constantin han hallado el modo de que esta baja frecuencia no afecte a su precisión. Entonces surge la segunda pregunta; siendo así ¿cuál es la utilidad de funcionar a 5 Hz para un reloj que no sea un cronógrafo?. Si me resulta posible, intentaré solventar estas dudas en el mismo SIHH.
