Dentro de las muy sofisticadas novedades que nos ha presentado Vacheron Constantin en este Watches & Wonders Geneva 2020, el Traditionnelle Tourbillon Chronograph es el que merece una mayor atención.
El protagonismo no se lo otorga, ni mucho menos, su condición de asequible, pues su precio se fija con 6 dígitos. Tampoco debe su protagonismo a que pueda ser calificado como novedad absoluta, ya que su caja «Traditionnelle» es de sobras conocida y su calibre 3200 también. Pero, con este reloj se solventa la misteriosa injusticia de que este calibre 3200, una de las grandes maravillas mecánicas que ha creado Vacheron Constantin en los últimos años, ya no equipara ninguno de sus relojes.
Para encontrar el origen de este embrollo debemos remontarnos al año 2015, cuando con motivo del 260 aniversario de la fundación de Vacheron Constantin, se presentaron toda una gama de nuevos calibres manufactura y una nueva colección; la Harmony.
Los relojes que equiparon inicialmente dichos calibres (artículo) se emitieron en formato de edición limitada y por tanto estaban sujetos a caducidad. Este fue el caso del Harmony Tourbillon Chronograph con caja de platino que equipaba el calibre 3200 y que vemos en la imagen superior.
A finales del 2016, Vacheron Constantin anunció nuevos Harmony (artículo), prácticamente los mismos que en el 2015 pero ahora de producción regular. Entre ellos estaba el Tourbillon Chronograph. Luego, en este corto periodo hasta hoy en día, el Harmony Tourbillon Chronograph desaparece misteriosamente del catálogo y con él el calibre 3200; ya no hay ningún reloj Vacheron que lo equipe.
Ahora, afortunadamente para todos los apasionados de Vacheron Constantin y de las obras de arte mecánicas, este fabuloso calibre 3200, un movimiento que aúna el Tourbillon y el Cronógrafo, vuelve a renacer de la mano del nuevo Traditionnelle Tourbillon Chronograph.
Traditionnelle Tourbillon Chronograph – la caja
La caja de este Traditionnelle Tourbillon Chronograph sigue los códigos geométricos estéticos que definen la colección a la que pertenece. Geometría redonda, bisel liso inclinado, asas curvadas y el característico estriado lateral del fondo dela caja. Este acabado estriado es la única concesión decorativa de Vacheron Constantin para ornamentar la caja de los relojes de la colección Traditionnelle.
Aunque sin concesiones cualitativas, al igual que en el caso de la colección Patrimony, las cajas de los Traditionnelle parecen creadas para pasar desapercibidas y otorgar todo el protagonismo a las esferas.
El metal precioso elegido para la caja del Traditionnelle Tourbillon Chronograph es el oro rosa 5N. Su diámetro es de 42,5 milímetros y su grosor de 11,7 mm. Este grosor no le cataloga como un reloj extra-plano, pero es muy comedido teniendo en cuenta las complicaciones que debe albergar en su interior.
El único pulsador que controla las funciones del cronógrafo monopulsante se aloja en el eje de la corona. Estamos, por tanto, ante un cronógrafo de accionamiento secuencial, que siempre seguirá la misma pauta y orden: puesta en marcha, parada, puesta a cero, puesta en marcha… etc. Así es como funcionaban los primeros cronógrafos y no fue hasta la invención del cronógrafo de dos pulsadores que se pudo parar una medición y reanudarla sin tener que poner a cero las agujas. Por tanto, técnicamente es el sistema más primario de un cronógrafo, pero los monopulsantes tienen un predicamento entre apasionados y coleccionistas muy especial.
Como demuestra la imagen superior, el acabado es totalmente pulido e impecable, un aspecto que a veces no valoramos debidamente y que diferencia las piezas de auténtica Alta Relojería de las demás.
En el fondo encontramos el obligado, mucho más en este caso, cristal de zafiro transparente que nos permitirá deleitarnos con la visión del movimiento. La hermeticidad es escasa, de tan solo 3 bares, pero más que suficiente para el uso que darán a este reloj sus futuros propietarios.