Zenith Pilot Big Date Special

El Big Date Special es uno de los tres relojes que inauguran la nueva colección Pilot de Zenith. Durante la última década, la histórica manufactura suiza había tomado unos cauces bastante confusos y poco acertados con la realización de relojes extravagantes y de dimensiones exageradas. Esta estrategia dejó en el olvido grandes hitos históricos de la marca como su calibre El Primero, el primer cronógrafo con una frecuencia de oscilación de 36.000 alternancias por hora, o su labor de pionero elaborando relojes e instrumentos en los primeros tiempos de la aviación.

Con el reciente cambio en la Dirección General de Zenith las aguas vuelven a su cauce, y la lógica impera, al centrarse en potenciar todo su legado histórico. Una nueva muestra de ello es la colección Pilot presentada en la última feria de Baselworld. Esta nueva colección, dedicada a la aviación, retoma los relojes de piloto que Zenith tenía incomprensiblemente en el olvido.

Reloj Zenith de Louis Blériot (1909)

El legado de Zenith a la historia de la aviación es muy extenso y excedería el propósito de este test, pero como ejemplo de su importancia podemos tomar el reloj Zenith que utilizó en 1909 Louis Blériot, cuando a bordo de su avión Blériot XI cruzó el canal de la mancha en un tiempo de 37 minutos.

La contribución de Zenith a los relojes mecánicos de aviador se extendió desde entonces hasta los años 60. En este periodo podemos encontrar relojes como el Type 20 que equipaba a los aviones Caudrón en los años 30, el cronógrafo con hora universal de 1955, o el cronógrafo Cairelli de las fuerzas aéreas italianas en los años 60.

En estos relojes legendarios se inspira Zenith para las tres primeras piezas de su nueva colección. Como veremos más adelante, el Big Date hereda algunos rasgos de todos ellos.

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La caja del Big Date Special se inspira claramente en el cronógrafo horas mundiales de 1955 que podemos observar en la imagen inferior. La forma de sus asas, el bisel y los pulsadores del cronógrafo son prácticamente idénticos a los del modelo histórico.

Cronógrafo Horas Mundiales (1955)

Obviamente, el material elegido es el acero y como todo reloj de caracter deportivo o profesional, el acabado es satinado, pero como una declaración de reloj de gama alta que es, utiliza el pulido en algunas partes de las asas, pulsadores. La corona es prácticamente el único elemento del Big Date que no toma las formas de su predecesor y elige un diseño más moderno.

El grosor es muy contenido, lo que contribuye a la comodidad de uso y a su versatilidad, aunque la esfera y la pulsera son más condicionantes en este último aspecto. Su fondo es de cristal de zafiro, lo que nos permite contemplar su mecanismo.

Como resumen, podemos considerar la caja de este Big Date como un compendio de decisiones lógicas y coherentes en su diseño y arquitectura. Sus dimensiones son perfectas y los acabados denotan la atención al detalle ineludible en un reloj de este nivel. Se la podría calificar como una caja esbelta, cómoda y elegante. El único «pero» que le otorgo es debido a su hermeticidad de 5 bares, que si bien es notable en un cronógrafo, es algo escasa para un reloj de corte deportivo.

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El fondo de a esfera es totalmente negra, el único color aceptable en un reloj de este tipo. Su acabado es arenado, lo que siempre otorga un grado de sofisticación sin perder funcionalidad. Todos los demás elementos e indicaciones son blancos, que en su contraste con el fondo proporciona una gran legibilidad.

La configuración de las indicaciones del cronógrafo es la típica bi-compax. Así, encontramos el contador de 30 minutos del cronógrafo situado a las 3 horas y el segundero de la hora a las 9. Las agujas están realizadas en acabado satinado y su forma es una clara reminiscencia del histórico Cronógrafo Horas Mundiales. Tanto las de horas y minutos, como las del contador y del segundero, cuentan con Superluminova aplicada, lo que nos permite leer cualquiera de las funciones de este reloj en plena oscuridad. La misma sustancia se aplica a los doce números árabes que nos indican las horas.

El elemento diferenciador, del que toma parte de su nombre, es el doble fechador ubicado a las 6 horas. Este método de indicar la fecha aporta una mayor legibilidad que el típico de ventanilla simple, ya que permite la utilización de unos números de tamaño considerablemente superior. Es una configuración poco común en los relojes de aviación y solo la recuerdo en otro reloj de este tipo, el Glashütte Senator Navigator.

El calibre «El Primero»que equipa al Big date Special es uno de los puntos fuertes de este reloj y uno de los emblemas históricos de Zenith. No olvidemos que durante muchos años ha equipado relojes tan codiciados como el Daytona de Rolex.

Este calibre 4010, es de carga automática y como todos los «El Primero» su frecuencia de oscilación  es de 36.000 alternancias por hora. La reserva de marcha es de 50 horas, que no es un dato espectacular, pero notable para un cronógrafo.

Su frecuencia de oscilación, además de mayor exactitud, proporciona una ventaja extremadamente importante en un cronógrafo. La mayoría de relojes, oscilan a una frecuencia de 28.000 alternancias por hora, o lo que es lo mismo, 8 cada segundo. Estas fracciones no coinciden con el sistema decimal, por lo que si queremos adaptar su medición a décimas de segundos no nos queda más remedio que acudir a una calculadora. Por contra, las 36.000 alternancias del Zenith equivalen a 10 por segundo, lo que coincide plenamente con el sistema decimal. Eso si, como ya he comentado en alguna ocasión, para leer con precisión estas fracciones de segundo el único cronógrafo válido es el tipo «foudroyante».

Los acabados, sin ser los de un  Patek o un Vacheron, son de un nivel alto para un reloj de este precio. En la masa oscilante observamos la típica decoración Côtes de Genève. La platina cuenta con un también típico acabado perlado, que también observamos en alguno de los puentes, lo que ya no es tan habitual. En el rotor, semi-esqueletizado, encontramos nuevamente el logotipo de Zenit en forma de estrella.

Por prestaciones y fiabilidad pocos (si alguno) cronógrafos superan a este Zenith, al tiempo que su elevada frecuencia de oscilación, y por tanto su exactitud, supera a la inmensa mayoría de ellos.

Cuestiones estéticas aparte, un parámetro siempre muy personal, es realmente difícil encontrar un fallo al Pilot Big Date Special. Es evidente que la racionalidad y la funcionalidad han presidido el diseño de todos y cada uno de sus elementos, desde el material de la caja hasta su mecanismo, pasando por la esfera y los demás componentes de este reloj. Es un claro ejemplo de la nueva y acertada dirección que ha tomado Zenith en cuanto a estrategia de producto.

Su versatilidad de uso, que como ya sabéis es uno de los factores a los que presto mayor atención, es notable aunque no absoluta. El diseño y tamaño de su caja se adaptan a cualquier uso, pero su esfera, de una lógica absoluta para un reloj tipo aviador, lo decantan ligeramente hacia la imagen deportiva.

Como veis en la imagen superior, hay dos opciones de pulsera: la correa de piel con tratamiento «vintage» o el brazalete de acero tipo milanesa. Desde mi punto de vista, la opción del brazalete le otorga una imagen algo más elegante, aunque no suficiente como para calificarlo como «reloj de vestir».

De todos modos hay una solución fácil, que es adquirir una correa de piel de aligator. Si observáis la imagen del cronógrafo histórico con horas mundiales, veréis que equipa una correa de este tipo, y que como por arte de magia el conjunto adquiere un aspecto extremadamente elegante.

No tenemos aún confirmado el precio oficial de este Zenith, pero si sigue la linea de sus últimas creaciones este será otro de sus puntos fuertes, y difícilmente batible por su competencia desde una óptica racional.