Con el Chronomaster Sport Rainbow, Zenith se apunta a una tendencia relativamente reciente de relojes que recurren al concepto «rainbow». Lo que en un principio asombró, ahora ya casi ha adquirido la categoría de convencional. La prueba es que, además de otras, nos han ofrecido relojes rainbow marcas tan dispares como Hublot y Patek Philippe, aunque por volumen y originalidad, la primera es la reina indiscutible de este tipo de reloj.
El significado del concepto rainbow se adivina fácilmente al observar cualquier reloj que incorpore este término en su nombre. Se trata de decorar los elementos externos, generalmente el bisel, con piedras preciosas y/o semipreciosas que ofrecen una amplia amalgama de colores que emulan los que proyecta un arcoíris. Básicamente estos colores son siete: el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el añil y el violeta. Dado que se trata de un número impar, que rompe cualquier simetría, en bastantes ocasiones, con el fin de crear una simetría, se añaden otros grupos de color, que derivan de alguno de los mencionados.
Esto es lo que han hecho los diseñadores de Zenith han aplicado al Chronomaster Sport Rainbow, creando 10 grupos de cuatro gemas separadas por 10 diamantes talla baguette. Para estos grupos, se recurre a la casi infinita gama de colores que nos ofrece el zafiro.
Zenith ha optado por la talla baguette para los zafiros que decoran el bisel, la geometría que implica el nivel más alto de un engaste ya que exige la utilización de gemas de un tamaño muy importante. En este caso son 3,9 los quilates que suman los 40 zafiros que se emplean en los 10 grupos de cuatro piezas que constituyen el engaste del bisel del Chronomaster Sport Rainbow.
Adicionalmente, Zenith emplea otros 12 zafiros talla baguette para realizar los índices horarios, cada uno de los cuales reproduce la misma tonalidad que el grupo de gemas del bisel que se encuentra en su zona. El fondo de la esfera es negro, lo que crea un contraste realmente espectacular con los vivos colores de los zafiros, a lo que también contribuye el azul del contador de minutos del cronógrafo.
A pesar de su carácter indiscutiblemente artístico y de que el diseño es un factor fundamental de este reloj, Zenith no olvida el apartado técnico y lo dota con el Calibre El Primero 3600. Se trata del célebre movimiento que ya conocemos de muchos otros relojes de esta manufactura, cuyo volante oscila a una alta frecuencia de 36.000 alternancias por hora y genera una reserva de marcha de 60 horas.
La caja del Zenith Chronomaster Sport Rainbow mide 41 milímetros de diámetro, y recurre al oro blanco para elaborarla, el mismo metal precioso que emplea en su brazalete. Su precio es elevado, pero acorde a la exquisitez del metal noble y de las gemas empleadas en su aderezo: 114.900 EUR.