Con el nuevo Defy Classic Carbon, Zenith añade una nueva opción de material de caja al modelo de entrada de su colección más vanguardista. Hasta ahora se podía adquirir un Defy Classic con caja de cerámica en distintas tonalidades, en titanio combinado con oro y en titanio con engaste e piedras preciosas. También existe la opción en titanio sin combinar ni engastar, pero solo en la versión de esfera opaca.
Ahora ya tenemos la opción con caja de carbono, que por carácter y prestaciones compite con la versión de cerámica. Ambos son materiales que destacan en los mismo ámbitos; ligereza y resistencia. El carbono lleva estos aspectos más al límite que el carbono y como resultado tenemos un reloj que, con brazalete, pesa tan solo 65 gramos. Como ocurre casi siempre, este incremento de prestaciones también equivale a un incremento de costes y en consecuencia de precio final, aproximadamente un 50% superior en la versión de carbono.
Al igual que los demás relojes de la gama Defy Classic, las dimensiones de la caja son de 41 mm de diámetro. Se trata de un tamaño sorprendentemente contenido por lo que nos tiene habituados el sector relojero en relojes de carácter deportivo. Esta contención de tamaño es siempre un aspecto positivo para incrementar la polivalencia de un reloj, aunque la estética que desprende el carbono, clasifica muy claramente este Defy Classic Carbon como un reloj destinado a ser vestido en condiciones informales.
La imagen real del reloj en la muñeca deja bien clara su condición deportiva. También demuestran que 41 milímetros de diámetro en un reloj no son unas dimensiones que se puedan calificar de pequeñas.
Además de todos los elementos de la caja, Zenith también ha decidido utilizar el carbono en todos los eslabones que componen el brazalete de una de las dos versiones que nos ofrece de este reloj. Ello permite que un reloj equipado con brazalete sea extremadamente ligero. Es decir, permite lo mejor de los dos mundos, la durabilidad de un brazalete y la ligereza de una correa. El peaje a pagar es que la versión del Defy Classic Carbon con brazalete casi dobla el precio de la del mismo reloj con pulsera de caucho.
En el interior del Defy Classic Carbon encontramos el calibre Elite 670 SK, el mismo movimiento de carga automática que equipan todos los relojes de esta gama. Este movimiento de manufactura y geometría esqueletizada utiliza el silicio en el áncora y en rueda de escape, otorgando a estos elementos una práctica inmunidad a los cambios de temperatura y a las corrientes magnéticas.
El precio de la versión con brazalete de carbono es de19.600 EUR. El de la versión con correa de caucho, de la que aun no se ha publicado el precio en euros, es de 11.900 CHF.
En prácticamente todos los relojes que ofrecen una versión con brazalete y otra con correa, ya sea de piel o sintética, siempre me decanto por la opción con brazalete. Lo hago por la durabilidad y versatilidad que este sistema de sujeción proporciona. En el caso de este Defy Classic Carbon me asalta la duda por la enorme diferencia de precio existente entre ambas versiones. No discuto la lógica de esta diferencia, que se debe sin duda al coste del carbono y especialmente a la complejidad de elaborar con él todos los eslabones del brazalete. No obstante, estos casi 8.000 EUR de diferencia pueden exceder el presupuesto de muchos pretendientes, que se pueden decantar por la igualmente atractiva versión con correa de caucho.
