El Defy Extreme es sin ningún género de duda la, novedad más importante que nos ha presentado Zenith en lo que va de año. Dudo que en lo que queda del 2021 veamos otra novedad de la manufactura suiza de Le Locle que la pueda destronar ya que cuando hablamos de una colección nueva, siempre se trata de palabras mayores en cuanto al esfuerzo de desarrollo necesario para lanzarla.
Dentro de la colección Defy teníamos dos opciones destinadas al público masculino. El Defy Classic, que es el diseño original y el Defy 21, una versión que crece en tamaño y que ofrece unas lineas más robustas. Ahora, parece que el departamento de Zenith que analiza el mercado ha determinado que con el Defy 21 no es suficiente y que existe una demanda de este reloj con un carácter aun más contundente. Así ha nacido el Zenith Defy Extreme.
Zenith Defy Extreme – la caja
Cuando hablamos de carácter robusto al calificar a un reloj, obviamente nos referimos a su caja, que es el elemento que en un 99% define dicho carácter. Al igual que la mayoría de cualidades, tanto objetivas como subjetivas, el carácter de un reloj es relativo ya que siempre lo calificamos comparándolo con otro. En este caso es evidente que la comparación obligada es con el Defy 21, que ya era el «grandullón» de esta colección.
Si atendemos a los datos objetivos del Defy 21 y del Defy Extreme, estos no reflejan en absoluto la diferencia estética que trasmiten estos dos relojes. Son 44 mm contra 45 milímetros de diámetro y 14,5 mm contra 15,4 mm de grosor respectivamente. En ambas mediciones la diferencia es mínima, mucho menor que la que transmite la observación de ambos relojes
La imagen superior comparando el Defy 21 con el nuevo Defy Extreme es contundente; nadie diría que les separa tan solo 1 milímetro de diámetro. Esta imagen también nos enseña que crear un reloj de carácter más robusto depende incluso más de su diseño que de su tamaño. En este sentido, la tarea del departamento creativo de Zenith tenía ante sí una labor ardua; otorgar al Extreme el carácter radical que origina su nombre sin perder ni alterar los códigos genéticos de la colección Defy.
Para la comparativa visual también he recurrido a las versiones con brazalete de ambos relojes ya que los Defy, al igual que los legendarios Royal Oak o Nautilus, nacieron con la clara voluntad de integración entre caja y brazalete. En este elemento es precisamente donde apreciamos la primera notoria diferencia. Si el brazalete del Defy 21 reduce su anchura muy levemente a medida que se acerca al cierre, el del Extreme lo hace de forma mucho más acusada. El efecto es aun de mayor integración ya que este brazalete prácticamente sigue las lineas que marcan los laterales de la carrura.
La carrura del Extreme mantiene la forma primigenia de tonel pero Zenith le confiere su carácter extremo de una forma tan simple como lógica. Salvo rarísimas excepciones, un objeto de carácter industrial o de estética robusta se caracteriza por sus lineas angulosas y duras. Esto es precisamente lo que ha realizado Zenith con el Extreme. La clave la encontramos en los laterales de dicha carrura, concretamente en el izquierdo, donde se ha abandonado la suave curva del Defy 21 y se ha sustituido por tres lados rectos separados por ángulos fuertemente marcados. esta geometría ya la encontrábamos en el lado derecho de la carrura del Defy 21.
Otro elemento novedoso es que entre la carrura que acabamos de ver y el bisel, se inserta un tercer elemento en forma de placa dodecagonal. Se mantiene la redondez perfecta del bisel pero la imagen del Extreme se endurece con este nuevo elemento. Lo que no se modifica es el lateral de la carrura en el extremo en el que conecta con el brazalete, que en el Defy 21 ya contaba con una geometría angulada por lo que encaja a la perfección con el carácter del Defy Extreme.
Finalmente, enmarcando los dos pulsadores del cronógrafo encontramos un nuevo elemento que parece querer protegerlos. Siguiendo el patrón estético del reloj, su geometría es nuevamente robusta y muy angulosa.
Zenith nos ofrece tres variantes del Defy Extreme que se diferencian principalmente por el material empleado en los elementos que componen la caja. Empezando por la izquierda, vemos la versión que emplea titanio con acabado arenado, tanto en la caja como en el brazalete. En el centro vemos una segunda versión, también realizada en titanio pero esta vez con acabado satinado. Finalmente, a la derecha encontramos la versión mixta que combina el titanio arenado con el oro rosa de la placa dodecagonal y de los marcos de los pulsadores. Como se puede apreciar, estas variaciones de metal producen un efecto estético muy distinto y personal en cada una de las tres versiones.
Zenith Defy Extreme – la esfera
En la esfera del Zenith Defy Extreme encontramos muchas menos diferencias con respecto al Defy 21 que en la caja. De hecho se puede decir que no hay ninguna de significativa ni técnica ni estéticamente.
Estamos ante un cronógrafo con configuración tri-compax. A las 6 horas encontramos el contador de 60 segundos y a las 3 horas el de 30 minutos. Este contador de 60 segundos sustituye a la medición que realiza la aguja central de un cronógrafo convencional, un calificativo que no atañe en absoluto al Defy. Este cronógrafo cuenta con una exactitud de medición excepcional ya que que en este caso la aguja trotadora central no cuenta segundos sino centésimas de segundo.
En cuanto a las indicaciones ajenas al cronógrafo, a las 9 horas se ubica el pequeño segundero y a las 12 el indicador de reserva de marcha. Tal profusión de indicaciones reduce el carácter de esqueleto de este reloj, aunque a través de la zona central de todos los contadores podemos ver la mayoría de componentes del anverso del calibre 9004.
El color de los puentes del anverso del calibre se corresponde con cada una de las tres versiones del Defy Extreme. Dorado para la versión que combina el titanio arenado con el oro rosa, azul para la versión de titanio satinado y negro para la variante realizada enteramente con titanio satinado.
Zenith Defy Extreme – el movimiento
Como ya hemos visto, el Defy Extreme equipa el calibre El Primero 9004, un movimiento de carga automática común en Zenith pero excepcional en el sector relojero. Este mecanismo de cronógrafo es capaz de ofrecer una excepcional precisión gracias a un escape dedicado exclusivamente a esta función, que oscila a 50 Hz, lo que equivale a nada menos que 360.000 alternancias por hora.
Las indicaciones convencionales del tiempo, las controla un segundo escape que oscila a 36.000 alternancias por hora, una altísima frecuencia pero 10 veces inferior a la del cronógrafo. Este esquema de escapes divididos permite cumplir con una doble exigencia; una altísima exactitud en las mediciones del cronógrafo y una más que respetable reserva de marcha de 50 horas, dos parámetros que a priori son incompatibles con un sistema convencional de un solo escape.
Zenith Defy Extreme – conclusiones
Zenith ha conseguido que el Defy Extreme desprenda una imagen claramente potenciada sin alterar los genes de esta colección. Lo hace parcialmente por un ligero incremento de sus dimensiones pero principalmente por los estudiados retoques de diseño que se han aplicado a su caja.
Si el resultado es excesivo o no dependerá de la morfología de cada persona y de sus preferencias en el tamaño de los relojes. Lo que está claro, es que en ningún caso se puede calificar al Defy Extreme de extravagante o excesivamente llamativos. Es un reloj extremo por su carácter de instrumento y por su buscado aire industrial de robustez. El único punto objetivamente criticable es su escasa hermeticidad de 20 ATM, una prestación sorprendentemente baja para un reloj de este estilo. De todos modos, si su futuro propietario no es un inseparable del medio acuático, esto no le importará excesivamente.
El precio del Defy Extreme es de 17.600 EUR para las dos versiones realizadas enteramente en titanio y de 21.600 EUR para la variante que combina el titanio con el oro rosa.