Zenith Defy Inventor. La vanguardia rompedora se hace realidad
Analizamos a fondo el Zenith Defy Inventor, el reloj más innovador e interesante creado por Zenith en las últimas décadas.
Afirmar que el Defy Inventor es el reloj más interesante creado por Zenith en las décadas recientes puede parecer algo exagerado. Lo puede parecer porque estamos hablando de una firma que no cesa de innovar e ir siempre un poco más allá. Una prueba evidente y conocida de ello es su famoso calibre El Primero, que desde que apareció en 1969, ha elevado la frecuencia de oscilación de las típicas 28.800 alternancias por hora hasta las 36.000. Lo más importante de ello es que no se trata del típico prototipo sino de un movimiento de producción regular hasta el punto que lo ha estandarizado. La consecuencia de esta normalización productiva es que su precio es equiparable al de movimientos de cronógrafo de frecuencia convencional.
A pesar de este y otros méritos creativos, sigo pensando que el Defy Inventor y más concretamente su mecanismo, el calibre 9100, puede ser aún más importante para Zenith de lo que ha sido el “El Primero”. Desde que se presento el Inventor en la feria de Baselworld del 2019 tenía pendiente analizarlo al detalle. Finalmente, aquí está.
Zenith Defy Inventor – la caja
Empezamos como siempre por analizar la caja de este reloj y, de forma atípica, también iniciaré mis impresiones con una crítica, probablemente la única que le puedo achacar al Defy Inventor. Su diámetro es de 44 milímetros, un tamaño en mi opinión a todas luces excesivo.
Es Cierto que el mercado está plagado de relojes de este tamaño e incluso mayores, pero se trata casi siempre de relojes deportivos, cuya necesaria legibilidad justifica estas dimensiones. Por contra, yo no percibo el Defy Inventor como un reloj deportivo sino como un reloj versátil, de uso diario y con una estética y técnica vanguardista. Dicho de otro modo, creo que podía ser perfectamente el Nautilus o el Royal Oak del futuro, lo cual es mucho decir.
Obviamente, y lo he repetido en multitud de artículos, una característica ineludible de un reloj versátil es que no llame la atención ni cuando vestimos de forma deportiva ni en ocasiones de gala. Ya se que hay compradores que precisamente lo que buscan es llamar la atención, pero este es otro tema. En el caso de este Defy Inventor y sus 44 milímetros de diámetro veo difícil que cumpla adecuadamente cuando la ocasión requiere una vestimenta formal, salvo, claro está, que nuestra morfología sea de talla muy considerable.
Dejando el tema del tamaño, la geometría de la caja de Defy Inventor es la misma de todos los relojes de esta colección. La base podría calificarse de redonda, pero estrictamente no es así, Apreciamos claramente como las caras superior e inferior abandonan el círculo puro y se prolongan suavemente hasta dar forma alas asas. Este es un detalle importante ya que se aparta de lo más convencional y le confiere un carácter propio al Defy Inventor, una característica que siempre buscan los diseñadores de relojes.
Como queriendo enfatizar esta peculiaridad y otorgar un grado más alto de personalidad al Inventor, Zenith ha optado por el Aeronith para realizar el bisel. Según Zenit este es el compuesto de aluminio más ligero del mundo. Los materiales ligeros siempre son una ventaja en cualquier reloj, pero lo que más me llama la atención es la peculiaridad estética que transmite este compuesto, otorgándole un aspecto que me atrevería a calificar de granítico.
Si la geometría de la caja por si misma no basta para identificar un Defy a cierta distancia, es seguro que toda persona que conozca el Defy Inventor lo reconocerá a lo lejos, otra de las cualidades que se busca en un nuevo reloj; la identidad.
La carrura de la caja está realizada en titanio con acabado satinado, el material ligero y resistente por excelencia, lo cual entra en plena concordancia con el Aeronith del bisel. No busquemos redondeces en la caja porque, salvo el bisel, todo son ángulos absolutamente marcados, otro de los signos identitarios de la colección Defy. La altura de la caja es tan contundente como su diámetro, alcanzando los 14,5 mm. El fondo es de cristal de zafiro y la hermeticidad es de 5 atmósferas, una cifra suficiente aunque escasa teniendo en cuenta el tamaño del reloj.
Zenith Defy Inventor – la esfera
Si he calificado la caja del Inventor como de un alto grado de personalidad, mucho más lo es la esfera. De hecho estamos ante una esfera que podríamos calificar de esqueleto en el sentido de que no encontramos en ella una plataforma que oculte el mecanismo. Dicho esto, también hay que señalar que no es un reloj esqueleto convencional cuyo principio es adelgazar al máximo los puentes para dejar ver el mayor número de componentes posible. Se puede decir que el movimiento de este Inventor ya ha nacido así y además todo lo que muestra tiene poca o ninguna relación con lo que estamos habituados a ver en un movimiento mecánico convencional. Los detalles de ello lo veremos más adelante en el apartado dedicado al movimiento.
La estética que desprende la esfera es decididamente vanguardista sin resultar en ningún caso extravagante, lo que ya es todo un logro. Las indicaciones que nos ofrece este Defy Inventor son las de horas, minutos y segundos mediante agujas centrales. Zenith a apostado por lo imprescindible, aunque un fechador nunca está de más.
La tonalidad de lo que podemos calificar como estructura de puentes radial, es azul, un color adecuado ya que se asocia con materiales de vanguardia. A nadie escapa que la estructura de este esquema emula la estrella de cinco puntas símbolo de Zenith. En el perímetro encontramos 12 índices horarios mecanizados en una elaborada forma trapezoidal. Entre ellos podemos apreciar el indice de minutos y segundos con un diseño que aporta legibilidad a la vez que discreción. Este, el de aunar legibilidad sin obstruir la estética es un apartado crítico en un reloj esqueleto. Zenith lo supera con sobresaliente.
Zenith Defy Inventor – el movimiento.
Y legamos al apartado clave que condiciona positivamente el resto de elementos del reloj. Como he comentado al inicio, la alta frecuencia de oscilación forma parte históricamente del ADN de los calibres de Zenith. No me refiero únicamente a las 36.000 alternancias de “El Primero” sino de otros movimientos vanguardistas que oscilaban a frecuencias aun mayores en algunos casos disparatadas.
El calibre 9100 que equipa el Defy Inventor sigue la misma linea de alta frecuencia pero da muchos pasaos más allá. De entrada, su frecuencia de oscilación es de 18 Hz, casi cinco veces más elevada que los 4 Hz convencionales. Traducido en otra unidad de medida; 129.600 alternancias por hora frente a 28.800. La ventaja de una alta frecuencia de oscilación es que permite una mayor exactitud y también precisión. La vertiente negativa es que la fricción y por tanto el desgaste es mayor, con lo que la fiabilidad es más crítica que un movimiento que oscile a frecuencias más bajas.
Y aquí es donde llegamos al aspecto rompedor de este calibre 9100; su esquema mecánico se aparta de todo lo visto e incluso se puede afirmar que rompe con los precipicios de funcionamiento que toda la industria da por sentados. El ejemplo más claro es el órgano regulador, que como ya sabéis esta compuesto de volante, espiral y escape. Este es el complejo mecánico responsable de la precisión de un reloj mecánico y por tanto es absolutamente esencial. Pues bien, no lo busquéis en las imágenes de este Defy Inventor porque no lo encontraréis.
El diseño del órgano regulador del Defy Inventor no se parece en nada a todo lo conocido y los datos lo dejan claro. Una sola pieza realizada en silicio monocristalino sustituye las aproximadamente 30 piezas que conforman un órgano regulador convencional. La consecuencia más importante de todo ello, es que al ser una sola pieza desaparece la fricción y con ello el desgaste. Por tanto, no necesita de lubricación.
¿Alguien imagina un motor de combustión de automóvil con cero fricción entre sus piezas? Imaginarlo seguro que no, pero soñarlo seguro que sí; comportaría un desgaste cero, lo que equivale a mantenimiento cero y a envejecimiento cero. Pues bien, esto es ni mas ni menos lo que ofrece el nuevo Oscilador de Zenith.
Como intentar describir los principios mecánicos y físicos de su funcionamiento me resulta prácticamente imposible, lo mejor es que observéis el video. Os dejará sin palabras.
Zenith Defy Inventor – conclusión
En el 2017 Zenith presentó el Defy Lab, un prototipo conceptual del que solo se realizaron 10 ejemplares. Esto es algo habitual en prototipos vanguardistas. Lo que no es habitual es que el prototipo derive en una producción regular y mucho menos que resulte asequible. Porque sí, este Zenith Defy Lab se puede adquirir por 17.600 €.
Es evidente que estamos hablando de una cifra que no se puede despreciar, y menos en los tiempos que corren. Pero también es cierto la práctica totalidad de relojes con avances vanguardistas que llegan al mercado requieren 6 cifras para su precio.
Mi veredicto sobre el Defy Inventor no puede ser más positivo. Si Zenith consigue producir una versión de 40 milímetros de diámetro y con un brazalete metálico en lugar de la correa con la que se entrega actualmente el Inventor, sería la perfección.