Que el Defy Skyline Chronograph vería pronto la luz era una predicción fácil. Que Zenith lo desvelaría en el salón Watches and Wonders de este año, también era muy previsible. Por tanto, para deleite de todos los apasionados de esta manufactura suiza, sus deseos se han cumplido. Este Defy Skyline llena un hueco que muchos compradores exigen en este tipo de reloj; la función de cronógrafo. Si además añadimos que esta es una complicación icónica e inseparable en la historia de Zenith, esta carencia era casi un sacrilegio.
El Defy Skyline es la gran apuesta de Zenith en el muy competitivo segmento de los relojes deportivos/elegantes. Dicho de otro modo, aquellos relojes que ofrecen una gran versatilidad técnica y estética, los que podemos llevar en cualquier ocasión sin que resulten inapropiados. Cuando se presentó este reloj en marzo del 2022, se hizo bajo la fórmula del reloj básico de tres agujas y fechador, sin complicaciones adicionales y a él dedicamos este extenso análisis. Ahora es el turno de la versión cronógrafo.
La caja del Defy Skyline Chronograph
Cuando en los años 70, Audemars Piguet y Patek Philippe lanzaron sus legendarios Royal Oak (artículo) y Nautilus (artículo), pusieron un listón muy alto; el que implica diseñar un reloj con brazalete, cuya personalidad le convirtiera en reconocible, en casi inconfundible. Ambos relojes fueron obra del mismo diseñador, el también legendario Gerald Genta. Pero Genta ya no está entre nosotros y los nuevos diseñadores tienen ante sí un enorme desafío cuando tienen que crear un reloj de este tipo.
Estos icónicos diseños tienen un factor común, que es la geometría del octógono que se aplicó a sus biseles. Al igual que otras grandes firmas relojeras, Zenith optó por la misma fórmula cuando diseñó el Defy Skyline, pero evidentemente algo había que añadir para distinguirlo de sus icónicos predecesores. La fórmula por la que se optó es doble. Por un lado se añaden más caras al perímetro externo del bisel, mientras que se opta por el circulo perfecto en el interno. Para completar su elaborada arquitectura, la carrura de la caja sí se decanta por la geometría octogonal. El resultado final de combinar todas estas formas geométricas es ciertamente complejo y diferencial, pero tiene la cualidad de no resultar desequilibrado o forzado.
Zenith se decanta por el acero para elaborar los elementos externos del Defy Skyline Chronograph. En cuanto a los acabados, son tan elaborados como su geometría. Una muestra es el bisel, que combina el acabado satinado con el pulido de la zona biselada que une su cara superior con la vertical. Exactamente la misma formula se aplica a la carrura, combinado el satinado con el pulido.
El fondo de la caja está equipado con cristal de zafiro. Ello nos permite ver el reverso del mecanismo que alberga, con especial protagonismo de la masa oscilante esquematizada con forma de estrella de cinco puntas, el símbolo y logotipo de Zenith. En dicho fondo también podemos apreciar los dos pulsadores que accionan el sistema rápido de cambio de correa. Ello nos permitirá intercambiar el brazalete que equipa con la correa adicional de caucho que se entrega con el reloj.
En cuanto al brazalete de acero, Zenith ha logrado salvar con éxito otra dificultad, que nuevamente es aportar un diseño personal que además resulte coherente con el diseño de la caja. Los eslabones que lo componen tienen una forma tan original como discreta y atractiva, formando una especie de H y unidos mediante eslabones centrales rectangulares. Siguiendo la pauta general, en estos eslabones también se aplica un biselado con acabado pulido, algo que siempre aporta un grado de percepción de calidad al conjunto.
Una esfera singular
La esfera del Defy Skyline Chronograph es tan compleja y elaborada como su caja. En su perímetro encontramos el mismo patrón geométrico que hemos visto en su caja. La cara más externa del índice de décimas de segundo es circular, mientras que la interna es dodecagonal. Por debajo de este anillo encontramos el índice de minutos y segundos. Los índices de horas, aplicados sobre la base de la esfera, son de forma poligonal y de un tamaño que facilita su legibilidad. Como es casi obligatorio en este tipo de reloj, estos índices están recubiertos de materia luminiscente.
La base de la esfera en un reloj deportivo/elegante es otro de sus caballos de batalla; debe aportar una decoración inédita y personal. Todos asociamos el Royal Oak con la decoración «tapisserie» de su esfera y la del Nautilus con las barras horizontales que la decoran Obviamente ser original en este ámbito es algo tan difícil como serlo en el diseño de su caja. La solución de Zenith a este desafío es tan elegante como lógica; aplica un motivo formado por pequeñas estrellas. Es una utilización inteligente de su logotipo ya que es de las pocas firmas relojeras que disponen de uno que resulta estético al ser utilizado para este fin. Un detalle curioso es que la estrella de su logotipo es de cinco puntas, mientras que las que emplea para esta decoración son de cuatro. Deduzco que se debe a una cuestión estética y que los diseñadores de Zenith consideraron que así era mejor el resultado final.
Además de las agujas de horas y minutos, del eje central surge también la aguja de nos indica las décimas de segundo de las mediciones del cronógrafo. Para ello efectúa un giro completo cada 10 segundos. Este es un detalle que diferencia a los cronógrafos Zenith equipados con el calibre El Primero; no solo son capaces de medir la décima de segundo, sino que también la indican con toda claridad. En cuanto a los sub-diales, a la altura de las 6 horas encontramos el contador de 60 minutos, a las 3 horas el contador de 60 segundos y a las 9 horas el pequeño segundero. Todos estos pequeños diales están decorados con un motivo circular.
La imagen superior nos muestra que Zenith ofrece el Defy Skyline Chronograph en tres versiones de color de esfera: azul, plateada y negra. La elección es obviamente una cuestión de gustos personales, pero estas tres tonalidades siempre influyen sutilmente en un carácter concreto; neutro, elegante y deportivo respectivamente. Si este Defy será el único o principal reloj de alto nivel y de todo uso, siempre aconsejaría el azul. Si su futuro propietario cuenta con una buena colección de relojes de alta gama, la elección dependerá de muchos factores.
Calibre El Primero 3600
Como no podía ser de otro modo, el Defy Skyline Chronograph equipa un mecanismo «El Primero» uno de los calibres de cronógrafo más importantes de la historia de la relojería. Concretamente se trata del calibre El Primero 3600, la versión más moderna de esta leyenda mecánica.
Se trata de un movimiento de cronógrafo de carga automática, que controla las funciones de esta complicación mediante rueda de pilares, un elemento mecánico de prestigio que podemos apreciar claramente por su color azul. Aparte de esta arquitectura, lo que diferencia al calibre El Primero es su capacidad para medir décimas de segundo y además indicarlas con precisión, lo que ya hemos visto en el apartado dedicado a la esfera de este reloj.
Para obtener esta impresionante exactitud, Zenith dota al volante de este movimiento de una elevada frecuencia de oscilación, de 36.000 alternancias por horas. Otro gran mérito es que, a pesar del elevado consumo energético que exige esta velocidad de oscilación, los ingenieros de Zenit consiguen que genere una muy notable reserva de marcha de 60 horas.
Zenith Defy Skyline Chronograph. ¿Para quién?
La respuesta a esta pregunta en un reloj deportivo/elegante solo puede ser una; «para todos», a lo que hoy en día deberíamos añadir «para todas». Es el tipo de reloj cuya característica principal es versatilidad pura, y por tanto debe ser adecuado para cualquier persona y circunstancia. Evidentemente hay relojes más elegantes, como los hay más deportivos, pero el Zenith Defy Skyline Chronograph ha conseguido un gran equilibrio. Además añade a la ecuación la función de cronógrafo que le otorga su Calibre El Primero, un mecanismo icónico.
A todo ello, añadimos el extra de versatilidad que le ofrece su brazalete metálico y la posibilidad de elegirlo en diversos tonos de esfera. Por tanto, el Defy Skyline Chronograph es una seria opción a considerar para quien se plantee adquirir un reloj de este estilo, al que difícilmente se le puede encontrar algún inconveniente. Su precio es de 13.900 €, una cifra adecuada para todo lo que ofrece este cronógrafo.