En el año 1997, Zenith se presento a una licitación convocada por el Ministerio de Defensa francés para el desarrollo de un reloj para los pilotos de cazas militares. Como es obvio para estas finalidades, las exigencias eran muy altas en todos los apartados que pudieran afectar a su buen funcionamiento, principalmente su resistencia a aceleraciones de entre 9 y 11 G, a las variaciones de presión y temperatura, a las vibraciones y a los campos magnéticos. Así nació el Rainbow Flyback.
Ahora Zenith nos presenta una reedición contemporánea de dicho modelo con el Stratos Flyback Rainbow. Del modelo del año 1997 conserva su principal rasgo estético identitario que es el colorido contador de 30 minutos, así como el color rojo que utiliza para los índices de los primeros 20 minutos de su bisel. También conserva, como es lógico y coherente, la función flyback de su cronógrafo, creada hace décadas precisamente para la navegación aérea. El resto de componentes del reloj se adecuan a las últimas evoluciones de la firma suiza, tanto en el diseño de la caja como en el perfeccionamiento de su célebre calibre «El Primero»
Zenith anuncia que el material empleado para la caja de este Stratos Rainbow Flyback es una aleación de titanio y aluminio. Hasta aquí bien, pues se trata de dos materiales que se caracterizan por su ligereza y en el caso del titanio por su dureza. Lo evidente es que ninguno de estos materiales es de color negro, como sí lo es la caja de este reloj. Lo sorprendente es que en el comunicado de prensa de Zenith no se menciona nada al respecto.
No es nada nuevo en relojería utilizar una caja realizada en materiales más o menos convencionales, como el acero o el titanio, y otorgarle el tono negro, tan en boga hoy en día, mediante recubrimientos. Estos recubrimientos pueden ser PVD (Physical vapor deposition) o DLC ( Diamond-like carbon), que en sus múltiples variantes ofrecen grados de resistencia a los arañazos muy dispares. Ante la rara omisión de Zenith al respecto, nos quedamos sin poder opinar sobre la durabilidad a largo plazo del recubrimiento negro de este Rainbow.
Como indica su denominación, el diseño de caja elegido es el del Stratos, la más robusta de todas las colecciones de Zenith y la misma que se utilizó para el reloj de Felix Baumgartner con motivo de su famoso salto base espacial en el que rompió la barrera del sonido. Su diámetro es de 45,5 milímetros y su grosor de 14,1.
El bisel es giratorio unidireccional y para él se emplea lo que Zenith describe textualmente como «disco de aluminio negro». Nada que objetar en cuanto al aluminio para este elemento ya que he comprobado su sorprendente inmunidad a los arañazos en el bisel de mi Omega Seamaster Professional, que cuenta con más de 10 años. Pero estamos otra vez en el mismo caso que con la caja: desconocemos como se otorga el color negro al aluminio del bisel.
La configuración de las indicaciones en la esfera es la típica de cronógrafo tri-compax: pequeño segundero a las 9 horas, contador de horas del cronógrafo a las 6 y contador de 30 minutos a las 3. En este último es donde se aplican los colores verde, amarillo y azul para el primer, tercer y quinto segmento de 5 minutos, que se alternan con el blanco para el resto. Este colorido contador, idéntico al Flyback de 1997, es la causa de la denominación Rainbow de este Stratos y, según Zenith, ello le permite ser consultarlo de noche en una cabina iluminada con infrarrojos.
El movimiento que anima al Stratos Rainbow es el calibre automático de cronógrafo «El Primero» 405B, que como todo mecanismo con esta denominación oscila a una alta frecuencia de 36.000 alternancias por hora. Su reserva de marcha es de 50 horas y lo podemos observar a través del fondo de cristal de zafiro de su caja.
Como era de esperar, el Stratos Flyback Rainbow se producirá en una edición limitada a 250 unidades y solo se podrá adquirir en las boutiques oficiales de Zenith.
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